El Periódico de Aragón

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EL DEBATE SOBRE EL ESTADIO

La financiación y el proyecto: las dudas que quedan por despejar sobre el futuro de La Romareda

Serrano explica que antes de que acabe el año Zaragoza deberá contar con un diseño inicial de cómo se quiere actuar en el campo

PP-Cs han escogido la actual ubicación como la definitiva para el campo. ANDREEA VORNICU

Todavía queda que los partidos den el sí definitivo a la propuesta de que el nuevo estadio de fútbol de Zaragoza se levante sobre el actual. Y aunque los síes necesarios para que salga adelante la idea de PP y Cs parecen garantizados, nada hay que descartar en un asunto, el de construir un campo, que ya lleva tres fracasos acumulados en los últimos 20 años. No obstante, una vez pase ese trámite, el de elegir el dónde, faltarán otras muchas dudas por despejar, empezando por qué es lo que se construirá.

Según informó este martes el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, antes de que acabe el año, además de la ubicación, Zaragoza deberá tener claro qué quiere hacer, es decir, qué proyecto de reforma de la actual Romareda quiere acometer.

Esto no significa que el ayuntamiento tenga que tener un proyecto constructivo antes de diciembre con el que poder comenzar las obras, pero sí que necesitarían una idea básica de cómo se llevará a cabo la reforma y de cuál será el aspecto de La Romareda y sus características una vez se reforme. Un esbozo que permita continuar con la hoja de ruta con el 2030 en el punto de mira, si bien la intención del ayuntamiento (y del Real Zaragoza) es que el estadio esté acabado antes, puesto que la FIFA necesita ocupar algunos espacios e instalaciones mucho antes de los partidos mundialistas.

Dado el poco margen de tiempo que tiene Zaragoza para definir el proyecto inicial de reforma del campo, Serrano fue preguntado por si el equipo de PP- Cs piensa reaprovechar el diseño del arquitecto Lamela, que ya en 2005 concibió la reforma del actual estadio. Pero el concejal eludió la respuesta.

«Me van a permitir que las etapas que nos fijamos las cumplamos. Hoy estamos aquí hablando de que había que definir una ubicación y ya vamos a decidirla. En septiembre estaremos hablando ya de otras cuestiones. Es evidente que durante el mes de agosto vamos a preparar toda la documentación técnica y administrativa que nos exige la Federación y es evidente que vamos a trabajar discretamente pero con fuerza en ese nuevo escenario que es plantearnos que hay que tener un nuevo proyecto, plantearnos quién va a encargar ese nuevo proyecto y plantearnos qué cronograma vamos a seguir».

Interlocutor con la RFEF

«¿En ese nuevo proyecto, sí o sí, hay que seguir adelante con el diseño de Lamela? No –se preguntó y se respondió Serrano–. Hay que estudiarlo técnicamente y hay que tomar una decisión en la que será fundamental una cuestión: ¿quién va a aportar económicamente para hacer el campo de fútbol?».

Y es que esa será la siguiente gran duda que tendrán que resolver desde la plaza del Pilar. El Real Zaragoza ya ha dicho que quiere participar económicamente en el proyecto, aunque para hablar de cantidades primero quieren saber qué es lo que se va a construir. Por su parte, el Gobierno de Aragón ha sido menos claro en sus intenciones, si bien parece claro que también tendrán que estar de una u otra manera.

Antes de todo eso, la DGA, el ayuntamiento, el club y la Federación Aragonesa de Fútbol deberán escoger un interlocutor que les represente a los cuatro para que sirva de enlace entre la RFEF y la candidatura de Zaragoza para ser sede del Mundial 2030. Eso, dijo Serrano, será más sencillo. Pero después de tres intentos para construir el campo y con un gran evento de por medio (allá quedaron los Juegos Olímpicos de Invierno), cada paso en firme que se dé parece un logro. 

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