A menos de 90 minutos para el apagón energético flotaba la incógnita de quién tenía competencia sobre el apagado de la basílica del Pilar. Pero a partir de las 10 de la noche, el principal símbolo de Zaragoza dejó de estar iluminado. De esta forma, se decidió acatar a rajatabla el decreto de Pedro Sánchez que, no obstante, no obligaba a dejar sin luz los monumentos de las principales ciudades y municipios de España. Sin embargo, el consistorio ha optado por apagar las luces ornamentales de todos los edificios y monumentos que son competencia municipal, incluidas las iglesias de Santa Isabel de Portugal, San Pablo, San Gil, Santa Engracia, Santiago el Mayor y Nuestra Señora de Altabás.

Aunque la iluminación de la basílica corre a cuenta del consistorio, fuentes municipales aseguraron antes del apagado que era el Cabildo el que tenía que decidir si el Pilar se unía al apagón y, en caso afirmativo, bajar los fusibles.

Una versión similar trasladaron desde el Cabildo Metropolitano de Zaragoza, al asegurar que no tienen competencias en la iluminación exterior de la basílica del Pilar. También incidieron en que esas facturas las costea el ayuntamiento, por lo que "se trata de una competencia exclusiva del consistorio", apuntaron fuentes del Cabildo.

Sea como fuere, la noche previa a la entrada en vigor del decreto del Gobierno el Pilar estuvo iluminado mientras que la catedral de La Seo sí que apagó sus luces, un hecho que resultó llamativo para los ciudadanos que pasearon por la zona la noche del martes.

Dada la polémica suscitada durante las horas previas a la aplicación del decreto, el propio deán del Cabildo Metropolitano, Joaquín Aguilar, dio la orden para que se desconecte la luz del interior de las torres del Pilar, excepto la que cuenta con un ascensor para las visitas turísticas.

Esta operación se llevó a cabo a las 16 horas de este miércoles y, por tanto, desde esa hora hasta que expire la orden del Gobierno central esas luces dejaron de estar activas. Asimismo, el Cabildo confirmó que las luces del interior de la basílica permanecieron apagadas desde de las 20.30 horas, cuando concluyó la última misa que se oficia cada día.

La catedral de La Seo apagó sus luces el martes por la noche.

Sea como fuere, finalmente esas luces, que son las que permiten divisar la basílica desde los puentes que cruzan el Ebro en la capital aragonesa y que figuran en muchas de las postales y fotografías que los turistas hacen en sus visitas a la ciudad, dejaron de iluminar uno de los emblemas de Aragón.