Jorge Azcón ha vuelto de sus vacaciones de verano arremetiendo contra el Gobierno de Javier Lambán, a quién ha responsabilizado de que el conflicto del autobús urbano de Zaragoza siga enquistado y la negociación bloqueada por no haber convocado en la Dirección General de Trabajo a la empresa, Avanza, y al comité. Durante la primera quincena de agosto, el alcalde ha sido objeto de críticas desde la bancada socialista por haberse ido de vacaciones sin dejar resuelta la huelga del bus, «abandonando» la ciudad.

«Todos tenemos derecho a unos días de descanso», ha acertado a decir el alcalde en la Ciudad Deportiva, hasta donde se ha trasladado para reunirse con Jorge Mas, el nuevo dueño del Real Zaragoza. Según el primer edil, «hablar de este tipo de cuestiones retrata a quién hace esas declaraciones» que, ha apuntado, «están más cerca del populismo que de la realidad».

Se refería a la portavoz del PSOE, Lola Ranera, que el miércoles criticó que tanto Azcón como la concejala de Movilidad, Natalia Chueca, se hayan ido de retiro vacacional con el conflicto del bus enquistado y «con los paganos», que son los zaragozanos, esperando a 40 grados a la sombra en las paradas. Todo ello tras 550 días desde que se iniciaran los paros.

Azcón ha recordado que el Gobierno de PP-Cs se ha implicado desde «el inicio» en el conflicto del autobús, al contrario de lo que ha hecho el Gobierno de Aragón, ha dicho, pese a que la responsabilidad del servicio es municipal.

Según el primer edil, el Gobierno de Lambán «se ha lavado las manos» en este asunto y lo ha hecho tras la negativa de la Dirección General de Trabajo ha convocar a Avanza y el comité a una reunión, como solicitaron los trabajadores el pasado 8 de agosto después de que las negociaciones en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) fracasaran.

En el Ejecutivo aragonés no daban crédito a estas palabras. No entendían cómo el alcalde les estaba responsabilizando de un servicio que depende directamente del ayuntamiento. Desde la DGA recuerdan que se han facilitado los medios para la negociación a través del SAMA, «un órgano constituido junto a los agentes sociales expresamente con esta finalidad y que el ejecutivo autonómico sustenta económicamente de forma íntegra». Organismo que, dicho sea, corre a cuenta del Gobierno Aragón.

Para Lola Ranera, las palabras del alcalde responden a una falta de «madurez política». «La única respuesta de Azcón es que es culpa de la DGA. ¿No se da cuenta de que está asumiendo su incapacidad», ha cuestionado la socialista, que ha asegurado que el cargo «le viene grande»

«Váyase Azcón. Zaragoza no le necesita porque es incapaz de resolver una huelga del bus», ha declarado Ranera, que ha recordado que todos los gobiernos municipales, de distintos colores políticos, las han sufrido y las han resuelto.

Pero para el alcalde «es el PSOE el que tiene que responder por qué no está dispuesto a solucionar conflicto bus» y a convocar a la partes implicadas en la Dirección General de Trabajo como ya hizo en una ocasión el propio Partido Socialista.