El Periódico de Aragón

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MOVILIDAD URBANA Y SOSTENIBLE

El primero de los 68 nuevos buses eléctricos de Zaragoza entra en funcionamiento

Fabricado por Irizar, el nuevo “ie tram” ofrece un salto cualitativo en cuanto a diseño, comodidad y sostenibilidad. A lo largo de los próximos dos meses la ciudad contará con hasta 10 nuevos ejemplares en servicio

Así son los nuevos autobuses eléctricos de Zaragoza de la marca Irizar. JAIME GALINDO

Ya está en la capital aragonesa y en circulación el primero de los 68 nuevos autobuses eléctricos que el Ayuntamiento de Zaragoza adquirió para renovar la flota del transporte público de la ciudad. Con una inversión total de unos 40 millones de euros, la llegada de estos vehículos va a suponer no solo un cambio hacia un modelo de movilidad más sostenible, sino que también se transformará el paisaje urbano de la capital aragonesa, dadas las visibles diferencias entre los nuevos buses y los que hasta ahora funcionaban.

La compra de estos vehículos, fabricados por la firma vasca Irizar, ha sido posible en parte gracias a los fondos europeos, si bien el consistorio puso en marcha su compra antes de saber si iba a conseguir la subvención de Bruselas. En total, la ciudad va a recibir 30,6 millones de euros para transformar la movilidad, de los cuales 14,6 se destinan directamente a la adquisición de estos nuevos buses.

Esta cantidad supone una ayuda de 240.000 euros por vehículo, aproximadamente, que es la diferencia entre lo que costaría un autobús convencional y lo que cuestan estos, que son eléctricos y no emiten emisiones. Además de no contaminar, son silenciosos, por lo que también reducirán el nivel de ruido en las calles.

Los nuevos buses son verdes por delante y negros por los laterales. Jaime Galindo.

Por el momento, solo uno de los 68 nuevos buses ha llegado ya a la ciudad. El alcalde, Jorge Azcón, y la concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, fueron este martes los encargados de darle la bienvenida al nuevo vehículo. Paulatinamente, y si la crisis de suministros en el mercado del automóvil no ralentiza los tiempos pactados, se irán incorporando más vehículos hasta llegar hasta a los 68.

Está previsto, eso sí, que a mediados del próximo mes de octubre ya hayan entregado seis buses más de este modelo, que mide 12 metros, y otros cuatro de 18 metros, que son articulados y cuya estética se asemeja todavía más a los tranvías.

350 buses en total

El que ya está en Zaragoza va a entrar en servicio, en primer lugar, en la línea 38, si bien se irá probando también en otras (21, 22, 30, 39 y 40) para comprobar su funcionamiento y dónde pueden resultar más eficientes dependiendo de los recorridos.

Cuando los 68 nuevos vehículos hayan llegado, la flota de autobuses urbanos de Zaragoza la compondrán 72 buses eléctricos (ya hay cuatro que se compraron en años anteriores), 111 buses híbridos y unos 160 de combustión, es decir, los de siempre. Son estos, los más antiguos, los que se van a ir retirando conforme lleguen las unidades del nuevo modelo.

Poco a poco, más allá de la adquisición de la compra de estos 68 nuevos buses con aspecto futurista, todos los vehículos de combustión que quedan se irán reemplazando por nuevos eléctricos, por lo que la flota de Zaragoza será, en un futuro, 100% cero emisiones, un hecho del que se congratuló Azcón cuando recordó que ha sido este Gobierno municipal el que ha decidido «no comprar más autobuses contaminantes».

 Según las cifras ofrecidas por el alcalde, cada autobús eléctrico que se pone en servicio supone un ahorro de 1.700 toneladas de dióxido de carbono de emisiones a la atmósfera. Cuando la reconversión de la flota esté acabada, algo para lo que faltan todavía años, el ahorro será de 621.000 toneladas de dióxido de carbono. «Es el proyecto más importante de la ciudad en lo que se refiere a reducción de emisiones», dijo el alcalde.

Por dentro, son más luminosos porque los laterales están acristalados hasta el suelo. Jaime Galindo.

La compra de estos nuevos buses, una iniciativa que ha sido aireada y recordada en innumerables ocasiones durante los últimos meses, es solo una parte de todo el proyecto diseñado por el área de Servicios Públicos del consistorio para captar fondos de la Unión Europea, un dinero que ha sido repartido por el Gobierno de España a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En estos momentos, además, las cocheras de Avanza están en obras para instalar la potencia eléctrica necesaria (así como los cargadores) para poder enchufar los nuevos buses que se han comprado.

A este fin se destinarán 7,64 millones de los 30,6 llegados desde Bruselas, una cantidad que supone el 90% de la inversión total en la obra. Asimismo, con el dinero restante (más de 8 millones de euros), el ayuntamiento comprará dos nuevas unidades del tranvía, que ya han sido encargadas (las está construyendo CAF) y que se prevé que entren en servicio en la primera mitad de 2024. 

Adiós al rojo, hola al verde

Los nuevos autobuses que ha comprado Zaragoza están construidos por la marca española Irizar y son de su modelo ie tram. Su nombre no es casual, y es que su aspecto es similar al de un tranvía. Hasta las ruedas están parcialmente ocultas tras una pieza de carrocería, por lo que la imagen de este nuevo bus poco tiene que ver con la de los existentes en la capital aragonesa.

Para empezar, los nuevos buses, según se presentaron ayer, serán verdes por la parte delantera (haciendo referencia así a su carácter ecológico) y negros por el lateral, ya que es casi todo de cristal.

Esto permite que la sensación de espacio dentro del bus sea mayor, así como la luminosidad. Y es que las ventanas no se quedan a la altura de la cintura del vehículo, sino que llegan casi hasta el suelo.

En el interior caben 76 personas: 26 sentadas, dos en silla de ruedas y casi 50 de pie. Los asientos son de aluminio y plástico traslúcido. El suelo, como ya ocurre en los buses híbridos que circulan por Zaragoza, simula ser de madera. Además, hay enchufes USB que permiten cargar el móvil en algunos puntos del vehículo.

La parte interior trasera es la que más cambia con respecto a la de los buses a los que están acostumbrados los zaragozanos. En esta zona hay, además de la última fila de asientos, otra situada en perpendicular a la marcha y que está elevada, lo que deja más espacio libre a las personas que viajan de pie.

Además, en la parte central hay una doble pantalla en la que podrá ofrecerse información a los usuarios, una novedad que hasta ahora no se había visto en la flota de autobuses de Zaragoza. En vez de retrovisores, asimismo, lleva cámaras y pantallas para que el conductor controle el entorno.

Los nuevos autobuses son 100% eléctricos, por lo que además de no contaminar al circular, son silenciosos. Tienen una autonomía de alrededor de 200 kilómetros y se pueden recargar solo en 4 horas si se optimiza el proceso. La capacidad de la batería es de 430 kilowatios hora, mientras que los motores eléctricos tienen 230 kilowatios de potencia. 

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