El tranvía de Zaragoza tendrá uno de sus picos de uso en un mes con las Fiestas del Pilar y entre los trabajadores circula cierto descontento por las "graves carencias" de seguridad y salud laboral que repercuten en el uso normal del servicio. El Sindicato Ferroviario ha denunciado este viernes que se circula a una velocidad excesiva en los puntos de concentración de accidentes, es decir, el entorno de la línea a su paso por el barrio del Actur y el tramo comprendido entre la plaza Emperador Carlos V y Gran Vía, donde se llegan a alcanzar "hasta los 50 kilómetros por hora" cuando la vía contigua está pacificada a 30. Esta reducción supondría un incremento del tiempo del recorrido total, lo que no afectaría a los tiempos de descanso de los trabajadores, según indican desde la parte sindical.
Desde la organización, mayoritaria en estos momentos aunque el miércoles se celebran elecciones en la empresa participada por Avanza (al 70%), FCC y Acciona (al 15% cada una), aseguran que los maquinistas tienen turnos "maratonianos", sobre todo en lo referente a los trayectos sin descanso, que "pueden alcanzar las cinco horas y media" en un oficio que requiere una permanente concentración para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Según los datos que maneja el Sindicato Ferroviario, estos factores llevan a que el 10% de la plantilla esté de baja laboral de manera sostenida por trastornos musculares y articulares, estrés o ansiedad, alcanzando incluso picos del 15%. Precisamente esa es una reclamaciones de los trabajadores: aumentar la plantilla fija en al menos un 10%. Según el secretario del comité de empresa, Julián Aramendía, se incumple el pliego de condiciones de la adjudicación, por lo que "se deben reforzar los puestos de maquinistas, atención al cliente, inspectores y operadores".
Todo ello ha llevado en que en poco más de un año un 15% de los trabajadores hayan abandonado la plantilla, conformada ahora por 109 trabajadores fijos y una ampliación de empleados temporales cuando existen picos de volumen. De hecho, hasta 100 maquinistas han obtenido la certificación para conducir los convoyes desde 2010 sin obtener un contrato estable. "Existen casos en los que se han encadenado más de 40 contratos durante seis años", ha apuntado Juan Carlos García, delegado de prevención del comité de empresa.
La cuestión es que de la salud de estos maquinistas depende el correcto funcionamiento del tráfico urbano en Zaragoza. El último gran accidente en la línea tuvo lugar precisamente en la intersección de Fernando el Católico con Corona de Aragón, cuando un turismo francés giró de forma indebida. No hubo que lamentar fallecidos, pero sí heridos de gravedad. Desde el Sindicato Ferroviario han adelantado que se está elaborando un protocolo de actuación para los maquinistas en casos de accidentes traumáticos, pues en ciertos casos "no se está preparado para volver a los mandos de un tranvía", ha explicado Aramendía. Hasta 2017, se habían registrado 147 accidentes.
El último convenio colectivo del Tranvía de Zaragoza se firmó en febrero de este año tras varios meses de movilizaciones y huelgas y tiene vigencia hasta finales de 2024. En él se recogen importantes subidas salariales con incrementos variables conforme al IPC real, y desde el sindicato se han mostrado convencidos de que se cumplirá con lo acordado. Han señalado, además, la "buena disposición" de la nueva gerencia, que "viene con ganas". Sin embargo, quedan demandas en el tintero que, pese a estar acordadas, no se han llegado a cumplir. Es el caso del cambio de asientos, convenido en 2017 pero todavía sin efectuar, según aseguran desde el sindicato.
La primera fuerza sindical en Tranvías de Zaragoza ha asegurado que los beneficios de la explotación del tranvía "crecen cada año", e incluso ha dicho Aramendía que la de la capital aragonesa es la entidad "más rentable de todo el país" con 27 millones de usuarios en 2021. "Sin embargo, en nada redundan en una mejora del servicio y de las condiciones de los trabajadores”, ha denunciado el secretario del comité de empresa. Además, desde el sindicato critican "la alta conflictividad judicial y las represalias a algunos trabajadores que lleva a cabo la empresa", y exigen que se deje de poner obstáculos a la aplicación definitiva del convenio suscrito en febrero de este año.
Por otro lado, Silvia Postigo, encargada de igualdad del comité de empresa, ha advertido de que todavía no se ha aprobado un plan de Igualdad, lo que hace imposible revertir que el porcentaje de mujeres en la plantilla sea inferior al 20 %. Además, Postigo ha señalado que ninguno de los 13 inspectores son mujeres y que "Avanza tiene un insalvable techo de cristal para acceder a sus puestos de dirección", así como el hecho de que las mujeres sufren más en cuestiones de salud laboral, pues los manipuladores que sirven para acelerar o frenar son "muy duros".
