El futuro ya está aquí. Los robots repartidores autónomos de la empresa Goggo van a entrar en servicio en Zaragoza a finales de este mismo mes después de haber concluido las pruebas que se están llevando a cabo desde el pasado verano. Serán cinco inicialmente y ellos solos podrán recoger pedidos y llevarlos hasta sus destinatarios aunque, eso sí, siempre que se encuentren dentro de la zona de operaciones que se ha delimitado inicialmente.

El proyecto se presentó el pasado mes de julio y entonces llamó la atención de muchos ciudadanos y medios. El alcalde, Jorge Azcón, y la concejala de Movilidad, Natalia Chueca, asistieron al anuncio y desde entonces estos robots de cara simpática han estado mapeando las calles del centro de la ciudad para configurarse una especie de imagen digital y conocer así en el entorno por el que ellos solos se moverán.

Así, durante el verano los robots repartidores de Goggo han podido ya ser vistos por la ciudad, aunque iban siempre acompañados por una persona que iba comprobando que todo marchaba según lo previsto.

La reacción de los paseantes

«Estos días iban funcionando con todos los sensores encendidos para captarlo todo y hemos estado probando que funcionan. Se trataba de ver que los tiempos de espera y reparto eran los adecuados y que los mapas que ellos funcionaban», explica ahora el vicepresidente de la compañía, Eduardo Uriarte. También han hecho ya pedidos falsos para analizar cómo respondían los robots y, a falta de pequeños retoques, todo marcha según lo previsto.

«Era gracioso ver cómo reaccionaba la gente cuando los veía. Muchos se acercaban a preguntar qué son y para qué sirven. La verdad que hemos recibido mucho apoyo en la calle», admite Uriarte, responsable de Tecnología y Expansión de Goggo Network.

Así, con todo ya casi preparado, la compañía prevé que a finales de este mismo mes de septiembre los cinco robots para los que tienen permiso comiencen a repartir pedidos. Hasta el momento, afirma Uriarte, hasta 15 empresas se han interesado por los servicios de Goggo para hacer llegar sus paquetes y su comida hasta sus clientes. Entre ellas están Glovo, Telepizza y Carrefour, además de otras dedicadas al comercio electrónico y a la venta de ropa.

El área de operaciones, por el momento, se circunscribirá a un área de 1,2 kilómetros cuadrados en el corazón de la ciudad. Esta zona estará delimitada, de este a oeste, por el paseo la Mina y el paseo Independencia, y de norte a sur por la plaza del Pilar y el paseo Damas.

A cinco por hora

Una vez se consolide el proyecto y se pruebe que funciona correctamente, se espera doblar la superficie en la que operarán estos robots, así como su número. Por el momento, Goggo tiene permiso del ayuntamiento para tener cinco de estos repartidores autónomos en la calle. Pero esperan poder llegar a 10 o 15 en los próximos meses.

Para los usuarios, nada cambiará a la hora de comprar comida a domicilio. Al pedir una hamburguesa por Glovo, por ejemplo, los clientes recibirán un mensaje a través de esta app un minuto antes de que llegue para que bajen a su portal y poder recoger así la cena, puesto que por el momento no suben escaleras. «Fomentamos el ejercicio», ríe Uriarte. El cajón de los robots se abrirá con un código que se enviará a los clientes.

Los robots, parecidos a un carro con cuatro ruedas, pueden moverse a una velocidad máxima es de 5 kilómetros por hora y cargan hasta con 30 kilos. Están equipados con la última tecnología: tienen sensores internos y videocámaras que permiten visualizar todo su entorno y usan inteligencia artificial para esquivar cualquier obstáculo que se encuentren por el camino, desde personas, animales, ciclistas, mobiliario o cualquier elemento que se tope por su camino.

Estos sensores permiten al robot ubicarse y reconocer el entorno en tiempo real con una alta precisión lo que les permite adaptar su trayectoria y velocidad para variar su ruta y evitar cualquier impacto o, incluso, para detenerse en caso de que sea necesario.