Con la excusa de que era el momento de convocar la comisión de seguimiento de los presupuestos, PP y Vox han escenificado en el Ayuntamiento de Zaragoza su buena sintonía, el feeling que existe entre dos partidos que saben que también se necesitarán en la próxima legislatura.
Sin señales de Cs, que ni estaba ni se le esperaba en un acto con la ultraderecha, la portavoz del Gobierno de PP-Cs y responsable de Hacienda, María Navarro, tras su encuentro con la concejala de Vox Carmen Rouco, ha avisado de que el proyecto de presupuestos de 2023 va a estar marcado por el aumento del gasto. «Va a ser complejo porque el gasto corriente se va a disparar. Es una obviedad porque ha subido la luz, el gas o el gasto en personal», ha enumerado.
Así que si el capítulo II «se dispara porque son obligaciones que hay que pagar y presupuestar, las cuentas tendrán menos margen», explicó Navarro, que puntualizó que se afronta sin la llegada de ayudas extra del Estado. Su afirmación hace pensar que las cuentas del próximo año, si salen adelante, ya no serán las más inversoras de la historia.
Carmen Rouco ha tendido la mano al PP para negociar unas cuentas que, eso sí, deben incluir la racionalización del gasto y «empaticen con los zaragozanos y las empresas», castigados por la inflación.
En la reunión se ha analizado el grado de cumplimiento de las enmiendas aceptadas por el PP para conseguir sus dos votos a favor. Según Rouco, el 50% de sus exigencias se ha cumplido o están en ejecución. «El balance es positivo», ha asegurado la concejala, que ha recordado que se ha reducido al mínimo legal el tipo del IBI, la regeneración del polígono Cogullada en la que se está trabajando, o la ejecución de los avales para el alquiler de los jóvenes. Tras un año de «luces y sombras», quedan acuerdos por cumplir, admitió, y es ahora cuando el Gobierno de PP-Cs ha pisado el acelerador para cumplir algunos de los compromisos pendientes, como la adecuación de Zamoray o la reconversión de los solares en aparcamientos.
Se refería, entre otros, a la creación de la oficina de inversiones o al proyecto de captación de empresas y creación de empleo que, ha dicho Rouco, «no puede limitarse a Quirón». Dos líneas rojas en las que ha insistido tras una comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, una foto nada habitual.
