El Periódico de Aragón

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Debate sobre el estado de la capital

Azcón pasa el examen de la alcaldía antes de decidir si aspira al Pignatelli

El alcalde de Zaragoza acude a la gran cita sin despejar la incógnita sobre su futuro político | Lola Ranera y Fernando Rivarés son los únicos que ya han anunciado su candidatura

La corporación del Ayuntamiento de Zaragoza guarda un minuto de silencio por las víctimas del covid. ANGEL DE CASTRO

Con la mirada puesta en las elecciones del próximo año y las encuestas sobre la mesa, Zaragoza celebra una de sus citas más importantes, el debate sobre el estado de la ciudad. Una maratoniana sesión en la que se habla de la capital, de su presente y futuro, y que los partidos utilizarán como carta de presentación de cara a los comicios, por lo que se esperan grandes anuncios, esos de largo recorrido y con gran impacto mediático.  

Los partidos políticos llegan al último debate de Jorge Azcón como alcalde en un estado de forma muy desigual. Solo PSOE y Podemos han anunciado quiénes serán sus candidatos a la Alcaldía, mientras que Zaragoza en Común, con sus tres concejales con un pie fuera de la política, ni siquiera ha iniciado el proceso de primarias. Cs trabaja por sobrevivir y Vox, que intenta revivir el espejismo de Castilla y León, simplemente se siente fuerte junto al PP. Imprescindible para mantenerlo en el Gobierno.

Es una cita clave para el alcalde, que hará un repaso triunfalista de su paso por el Gobierno pese a las dificultades impuestas por la pandemia y reivindicará su proyecto de transformación hacía una ciudad verde y sostenible. Un proyecto a largo plazo para el que necesita más tiempo. Otro mandato, como poco. 

El futuro de Jorge Azcón

Azcón sigue sin despejar una de las principales incógnitas: ¿Será el candidato del PP a la Alcaldía o peleará por el sillón que ahora ocupa Javier Lambán en el Pignatelli? Pese a que su partido eligió el mes de noviembre para dar respuesta, Azcón tiene claro que su decisión debe retrasarse al máximo, de lo contrario, sería atacado por ambos flancos con ese tintineo de que es un alcalde a la fuga. Sobre quién podría sustituirle, si se diera el caso, hay muchos rumores entre los que suena con fuerza María Navarro, y con algo menos Natalia Chueca.  

La concejala de Hacienda, María Navarro, junto a la concejala de Movilidad, antes de comenzar una rueda de prensa. EL PERIÓDICO

El conservador acostumbra a decir que no hay nada que le haga más feliz que ser alcalde de Zaragoza, pero lo cierto es que desde que asumió la presidencia del PP en Aragón ha dedicado gran parte de su tiempo a batirse en duelo con Lambán, quien también ha asumido el papel de oposición en el ayuntamiento zaragozano. El que debería ejercer Lola Ranera con rasmia, que se diría. 

No es casualidad que durante el debate del estado de la comunidad --que se celebró la semana pasada--, la capital copara los grandes anuncios de Lambán, cuyo modelo para Aragón pasa principalmente por Zaragoza. Un mensaje que quedó bastante claro el año pasado cuando lanzó la bomba de los cacahuetes de la Expo que dejó fuera de juego al alcalde. 

Lola Ranera, candidata a la Alcaldía por el PSOE

 En el PSOE no han perdido el tiempo y hace unas semanas que Ranera hizo oficial lo que era un secreto a voces, que será la candidata a la Alcaldía. Esta legislatura le ha tocado ser portavoz de un equipo que no diseñó ella, después de que Pilar Alegría ganará las elecciones y viera como PP, Cs --y Vox-- le arrebataban el bastón de mando. A los pocos meses cambió de casa para dirigir la Delegación del Gobierno de Aragón y acabó cogiendo un AVE a Madrid para ocupar el Ministerio de Educación. 

Este no será el primer debate al que asiste Ranera, pero sí el primero en el que tendrá un papel destacado. Es su carta de presentación, por lo que se prevé que sus propuestas sean de gran calado, como la que anunció esta semana: 150 millones de inversión en barrios en cuatro años y 3.000 viviendas de alquiler para jóvenes. Empieza fuerte. 

Fernando Rivarés, el candidato de Podemos, también se estrena en el cargo. Su formación ha vuelto a rechazar sumar fuerzas con Zaragoza en Común (ZeC), así que la izquierda de la izquierda volverá a las urnas igual de fragmentada que hace cuatro años, lo que dificulta su permanencia. 

Lola Ranera y Fernando Rivarés serán los candidatos del PSOE y Podemos, respectivamente, a la alcaldía de Zaragoza. ANDREEA VORNICU

Está claro que Azcón y Ranera tendrán un papel protagonista en una jornada en la que Ciudadanos se reivindicará y sacará pecho de su papel en un Gobierno en coalición que ha sabido resolver sus problemas en casa, sin airear sus diferencias. Pero más allá de los líos de cada formación, de lo que se va a hablar en el debate es de la ciudad, de esa Zaragoza contemporánea, verde y sostenible. Por proyectos anunciados para lograrlo no será. Otra cosa es que vayan a ejecutarse. 

Tres años al frente de Zaragoza

El alcalde dedicará buena parte de su intervención a hacer un repaso de su gestión en un mandato que ha estado marcado por la pandemia, la crisis económica y social, la guerra de Ucrania y la subida de los precios. Más allá de los lamentos por la mala situación de las maltrechas arcas municipales, Azcón lanzará un mensaje de seguridad, de confianza, de que cumple sus promesas.

Ahí queda el cheque familia, las ayudas a la concertada, la ‘macro’ operación calles y asfalto, la remodelación integral de la avenida Navarra, Predicadores, San Miguel o Ricla, la reconversión del antiguo cuartel de Pontoneros. También la llegada de nuevas empresas a la capital (Quiron, Saltoki, Becton Dickinson) o la bajada de impuesto. Y así un largo etcétera. 

La lista será larga e incluirá proyecto del pasado que ha acabado de culminar. O «desatascar», término que prefieren utilizar en el Gobierno de PP-Cs.

Los fondos europeos, la salvación de Azcón

Los fondos europeos se ha convertido en la salvación para este equipo de Gobierno (y para todos) porque sin la financiación de Europa no podría haber impulsado su proyecto de rehabilitación de viviendas. Ni la construcción de pisos de alquiler para jóvenes. Ni la reforma de las riberas del Huera. Ni la renovación de la flota de autobuses, uno de los pilares de esa transformación verde de la ciudad que comienza con incumplimientos, porque capital aragonesa no llegará a tiempo para implantar la zona de bajas emisiones el 1 de enero. Esa que tanto aborrece Vox.  

También son muchas las tareas pendientes de este equipo de Gobierno que pedirá tiempo, otros cuatro años. Porque la reestructuración de la Policía Local sigue pendiente, igual que los barrios solares, la remodelación de las líneas de bus, la creación de las primeras comunidades energéticas, de las galerías comerciales en los barrios y la reforma de La Romareda, que sin duda tendrá un protagonismo especial. 

Javier Lambán y Jorge Azcón durante la firma de la carta de interés para que Zaragoza sea sede del Mundial. ÁNGEL DE CASTRO

La Romareda, la tarea pendiente del alcalde

La pandemia trastocó todos los planes de Jorge Azcón, que se centró en lo importante, en lo que tocaba, reformulando sus prioridades. Fue uno de los proyectos que tuvo que sacrificar y que más le fastidió. De ahí su empeño ahora por conseguir llegar a las elecciones con el trabajo iniciado. 

Algo ha conseguido y parece que los nuevos socios serán los que financien las millonarias obras. Pero el proyecto puede acabar de nuevo en standby si Zaragoza no es sede del Mundial 2030. El entendimiento entre Lambán y Azcón es clave para que la ciudad tenga el campo que se merece y, por ahora, hay de todo menos colaboración.

No es el único asunto en el que brilla por su ausencia. Es tal la rivalidad, que la DGA ha amenazado con llevar al consistorio a los tribunales si sigue retrasando asuntos tan vitales para el Ejecutivo como la modificación del planeamiento de Torre Ramona o de la calle Embarcadero. Solo si el ayuntamiento cumple con su compromiso, Lambán podrá consumar el suyo y construir vivienda para jóvenes.

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