Una vez más, con la vía de la negociación rota, las largas esperas han vuelto a las paradas de autobús de Zaragoza. Con el frío ya acechando, los paros convocados por el comité de empresa de Avanza han regresado este lunes y con una diferencia notable con respecto a convocatorias anteriores: en vez de tres horas de huelga cada día ahora son seis, lo que ha hecho mella en la paciencia de muchos ciudadanos. Y los conductores son cada vez más señalados por los usuarios.

«Sus reivindicaciones son exageradas. Es una pena que todos los años estemos igual. Tienen que darse cuenta de que el autobús es un servicio público y que los que salimos perdiendo somos los ciudadanos. Nos dejan tirados», lamentaba una joven a mitad del paseo Independencia a las 13.30 horas de este lunes.

Al escuchar sus quejas, otra usuaria que esperaba en la marquesina se sumaba a sus críticas. «Están ofreciéndoles una subida de salario importante y ya cobran bastante, más que un joven que ha estudiado Medicina y que está haciendo el MIR. No puede ser que un joven que acaba de salir de la universidad esté cobrando mil euros rasos y que ellos por conducir quieran cobrar tanto. Lo que buscan es que los hagan funcionarios y eso no se puede consentir», manifestaba esta otra mujer, que prefirió no decir su nombre. Ellas y no ellos, por cierto, son mayoría en las marquesinas.

Desde el comité de empresa afirmaron este lunes que los paros tuvieron un seguimiento entre la plantilla de «más del 95%», por lo que parece que el ímpetu en la plantilla sigue intacto a pesar de que, a partir de ahora, la merma en sus salarios se va a hacer más evidente al duplicar las horas de huelga cada día.

El viernes, además, el comité rebajó algunos de sus planteamientos ante la empresa en la negociación en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), pero sigue habiendo escollos importantes que distancian a las dos partes.

"No sé qué es lo que quieren pero lo que están haciendo es jorobar al ciudadano. Tendríamos que hacer huelga nosotros y no coger el bus para variar un poco"

Isabel Paniagua - Usuaria de la línea 51

«Yo no tengo mucha idea de lo que pasa. Solamente sé que no llegan a un acuerdo. Pero es ya mucho tiempo, son dos años casi con la huelga. No sé qué es lo que quieren pero lo que están haciendo es jorobar al ciudadano. Tendríamos que hacer huelga nosotros y no coger el bus para variar un poco», decía este lunes otra usuaria, Isabel Paniagua, esperando a la línea 51 junto a su madre. «Hoy llevo prisa y quedan aún 11 minutos para que llegue. Y si tienes que trabajar y llegas tarde tienes que tirar de taxi», se lamentaba, además.

«No estoy de acuerdo con la huelga. Estoy muy disgustada. Tienes que esperar mucho rato y encima los conductores te hablan mal y te insultan. A mi el otro día uno me mandó a la mierda. No estoy en contra de nadie pero si no les gusta conducir autobuses que se busquen otro trabajo», criticaba otra mujer, Nistor Daniela, esperando al 22.

Evitar las horas conflictivas

La mayoría de los ciudadanos que cogen el autobús son usuarios habituales que lo cogen para ir a trabajar. «Yo todos los días dos veces como mínimo. Y ahora para evitar llegar tarde tengo que madrugar más para que me dé tiempo a dejar a mi hija en la guardería y coger el bus. Y siempre, además, vas con miedo a que llegue lleno y no puedas subirte. Aunque hoy iba súper vacío», explicaba otra ciudadana, Raquel Ibáñez.

«Llegar tarde no es una opción, así que no queda otro remedio que adelantar los horarios o ir andando a los sitios. Y a mis hijos para ir a clase igual, les toca madrugar para poder coger el bus. No conozco mucho en qué consisten sus reivindicaciones, pero lo que sí que pienso es que dos años es ya mucho tiempo. Es increíble. Y eso me hace pensar que es una cuestión más política que de reivindicaciones», asumía otra usuaria, Marta Suescun.

Pero a pesar de que todo el mundo coincide en que el conflicto se está haciendo muy largo, empresa y comité incluidos, parece que el fin no va a ser inmediato. Después de la reunión el pasado viernes, en la que por momentos parecía que la solución estaba cerca, las partes volvieron a levantarse de la mesa sin llegar a un acuerdo sin fecha prevista para volverse a juntar.

Por su parte, el Gobierno municipal afirma que, tras lo ocurrido el viernes no se han producido más novedades, por lo que tampoco el consistorio va a tomar la iniciativa de juntar a las partes a pesar de los acercamientos que se produjeron la semana pasada.

"Estoy muy disgustada. Hay que esperar mucho rato para que encima un conductor me insultara. Que se vayan a otro trabajo si no les gusta"

Nistor Daniela - Usuaria de la línea 22

Así que la huelga sigue adelante y los paros, si nada ni nadie le pone remedio, durarán hasta el 8 de enero por lo menos. Este martes los paros están convocados de 7.15 a 9.15 horas, de 13.15 a 15.15 y de 18.15 a 20.15, mientras que el miércoles serán de 7.30 a 9.30 horas, de 13.30 a 15.30 y de 18.30 a 20.30. Los servicios mínimos decretados por el ayuntamiento oscilan entre el 60% y el 47%.