La reconversión de los quioscos de Independencia impulsada por el ayuntamiento choca con la normativa de Urbanismo

Hace dos años, el Ayuntamiento de Zaragoza inició un proceso de renovación de los quioscos de la ciudad. Fue en 2020 cuando comenzaron a licitarse algunas casetas que llevaban tiempo en desuso o con el contrato caducado. El plan, diseñado desde el área de Servicios Públicos, incluía la reforma de los quioscos destinados a la hostelería y la reconversión de la actividad de otros tantos antaño destinados a vender la prensa del día pero que ya no resultaban rentables o necesarios ante el cambio de paradigma en el negocio de los periódicos. Sin embargo, esta iniciativa se ha encontrado con un obstáculo dentro del propio consistorio, porque ahora desde Urbanismo argumentan que algunas de las conversiones planteadas no cumplen la propia normativa municipal.

Un ejemplo de esto es el quiosco que está en el número 11 del paseo Independencia, justo en frente de El Corte Inglés. El área de Servicios Públicos lo licitó y adjudicó para convertirlo en un puesto de venta de churros y yogures helados. Hace un año comenzaron las obras. Se instaló una chimenea para permitir la salida de humos. Pero ahora Urbanismo no le concede la licencia ambiental de actividad.

Es decir, un plan impulsado por el área de Servicios Públicos está chocando de frente con la normativa urbanística del propio ayuntamiento, lo que está retrasando la puesta en marcha de los planes iniciados por el mismo consistorio.

Fue en septiembre de 2021 cuando se adjudicó el contrato para este quiosco, que llevaba cerrado y sin uso desde enero de 2018. El puesto estaba incluido en el proceso de licitación en un lote junto al que está en el número 30-32 del mismo paseo y el del número 8, justo en frente de la nueva tienda de Stradivarius. Los planes del área de Servicios Públicos, dirigida por Natalia Chueca, eran que el puesto del número 11, frente a El Corte Inglés, se convirtiera en una churrería. El segundo de los mencionados estaba pensado para reabrir como una tienda de  artículos de artesanía, obras de autor, flores y cactus. Y el tercero, el del número 8, estaba previsto que vendiera frutos secos.

Entonces, el adjudicatario, que ha preferido no hacer declaraciones a este diario, procedió a acondicionar los quioscos y, en concreto, el que está situado en frente de El Corte Inglés. Allí se colocó una chimenea para permitir la salida de humos de la freidora de churros. Después, el empresario solicitó a Urbanismo la licencia de actividad para poder abrir. Pero se le ha denegado porque la propuesta realizada para reconvertir el quiosco choca frontalmente con la ordenanza municipal de Protección del Medio Ambiente Atmosférico, concretamente en su artículo 38 (punto tercero).

Lo que dice la normativa para las salidas de humos

Ese apartado de la normativa municipal establece que la evacuación de humos debe hacerse mediante campanas de extracción y de una chimenea cuya boca debe estar situada, por lo menos, «un metro por encima de las cumbres de los tejados, muros o cualquier otro obstáculo o estructura distante a menos de 10 metros».

Asimismo, las bocas de las chimeneas situadas a distancias comprendidas entre 10 y 50 metros de cualquier construcción, «deberán estar a un nivel no inferior al borde superior del hueco (apertura, ventana o balcón)_más alto que tenga la construcción más cercana». Estas dos cuestiones son las que esgrimen los técnicos de Urbanismo para denegar la licencia. El adjudicatario recurrió la decisión, pero también se han rechazado las alegaciones presentadas. Por tanto, el futuro de esta churrería impulsada por Servicios Públicos está en el aire cuando ya se instaló, hace un año, la chimenea para permitir la salida de humos.

Solo un quiosco abierto en el paseo

En estos momentos, salvando el quiosco de la plaza España, no hay ninguno de estos puestos abiertos en el paseo Independencia, ya que el que se sitúa justo en frente del edificio de Correos ha cerrado recientemente. Antes de ese, cerró el que está en la plaza Paraíso, en frente del Paraninfo, en el que se había instalado un punto de venta de flores, que era el que antes estaba en la plaza Salamero. Se trasladó cuando comenzaron las obras en ese entorno.

Y más allá del paseo Independencia, la reconversión de los quioscos del resto de la ciudad se ha encontrado también con algunas trabas administrativas que han retrasado la puesta en marcha de algunos de ellos. No obstante, a falta de que abran los tres que se están reformando en el Parque Grande y se licite de nuevo el del parque de Torre Ramona –cuyo concurso ha quedado desierto por segunda vez– el grueso de esta reconversión, una de las apuestas del área de Servicios Públicos, estará ya finalizado. 

Un golpe desencaja otro quiosco

Desde hace aproximadamente un mes, un quiosco del paseo Independencia, el que está situado justo en frente de la nueva tienda de Stradivarius, está desencajado y movido de su sitio. La marquesina del frontal, además, está doblada y con uno de los cristales rotos. El Ayuntamiento de Zaragoza solo confirma que la Policía Local dio un parte tras lo sucedido, pero no aclaran cuándo ni cómo ocurrió el siniestro. Ahora es responsabilidad del adjudicatario del quiosco, que tendrá que entenderse con los culpables del golpe. 

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