El 'skyline' de la capital aragonesa

Alerta por la caída de losas de la fachada de Torre Zaragoza

Los vecinos valoran demandar a Plaza 14 por el desprendimiento de varias placas | La constructora ya revisó la estructura en septiembre, tras el primer incidente

Torre Zaragoza, el rascacielos más alto de la capital.  | JAIME GALINDO

Torre Zaragoza, el rascacielos más alto de la capital. | JAIME GALINDO / Jaime Galindo.

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Es difícil pasar por el barrio del AVE y no fijarse en el skyline de la capital aragonesa. Hace unos seis meses que llegaron los primeros inquilinos de Torre Zaragoza, de 30 alturas y 106 metros, y desde entonces todo han sido problemas. Tras descubrir que el edificio no tiene el certificado como Passivhaus pero sí continuas filtraciones en la piscina y goteras en los aseos de las viviendas, ahora se han topado con problemas --hasta ahora puntuales-- en la cubierta de cerámica de la fachada del edificio. No es un tema baladí porque en los últimos meses se han soltado varias placas, poniendo en riesgo a vecinos y peatones, por lo que la comunidad de propietarios se plantea demandar a la promotora, Plaza 14.

Lo decidirán la semana que viene, cuando los propietarios de los pisos se reunirán para analizar la situación y estudiar las vías legales a emprender. En paralelo, desde la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza se ha requerido a Plaza 14 que proceda a revisar «la totalidad» de la fachada y que emita un informe sobre el estado de la misma. Según explicaron desde el área, quieren garantías de que no se debe a un problema de la estructura, sino a un caso aislado.

En realidad, la constructora, Dragados, ya procedió a inspeccionar la cubierta el pasado mes de octubre, después del primer desprendimiento que, por suerte, se quedó en un susto. Los vecinos aseguran que había varias placas sueltas, pero desde la promotora lo niegan.

Durante el proceso, que se prolongó varios días, se revisaron tanto las placas de cerámica, hasta 39.000 piezas, como los anclajes, seis por cada una de las piezas, explican desde el servicio de arquitectura de Plaza 14, que envían un mensaje de tranquilidad a los residentes y aseguran que se trata de dos casos «extraordinarios» y que la estructura está bien.

Segundo incidente

Sin embargo, tras la inspección, volvió a desprenderse una segunda losa. Esta cayó en una de las terrazas comunitarias que hay en el rascacielos, que ejercen a su vez de refugio en altura para incendios. Desde la promotora matizan que sucedió el 21 de noviembre, coincidiendo con una fuerte tromba de agua y vientos huracanados de 100 kilómetros por hora.

«De 39.000 piezas solo se cayó una, eso quiere decir que la estructura está bien y que es un caso aislado que puede deberse a que alguna de las losas estaba defectuosa o anclajes estaba defectuoso o mal colocado», señalan conscientes de que resulta «muy alarmante» entre los inquilinos. Pero insisten: «Cuando un sistema falla, se levantan cientos de piezas, no una única».

Este rascacielos se construyó con criterios Passivhaus, con una fachada ventilada, un sistema constructivo muy utilizado en la actualidad que deja una cámara ventilada entre el revestimiento y el aislamiento, eliminando los puentes térmicos y mejorando el confort de las viviendas.

En el caso de Torre Zaragoza, la fachada está cubierta con placas de cerámicas muy resistentes a los agentes atmosféricos y con una resistencia «muy alta», explican desde Plaza 14. Además de que el sistema no es nuevo, tiene que pasar varias revisiones y controles para ser validado antes de la entrega de llaves. Unas inspecciones que garantizan que el montaje se ha hecho correctamente y no entraña peligro.

Respecto al requerimiento del ayuntamiento, admiten que será la constructora la que decidirá si hay que proceder a revisar nuevamente toda la fachada.

Goteras y filtraciones

Para los vecinos no se trata de un hecho aislado y sienten cierta intranquilidad. «Si esto sucede ahora, que el edificio está recién estrenado, qué puede ocurrir en unos años», alertan. En realidad, estos desprendimientos han sido la gota que ha colmado el vaso, que se diría.

Vivir en este rascacielos de lujo se ha convertido en un quebradero de cabeza para algunos de sus vecinos. Sobre todo para los que ven como reaparecen las filtraciones y goteras en sus baños una y otra vez. «A algunos nos han tenido que reparar la misma avería más de una vez y solo llevamos medio año viviendo aquí», apuntan.

El bloque, que alberga 285 viviendas de lujo y precios que oscilan entre los 355.000 y los 850.000 euros más IVA, se comercializó con agilidad. Recuerdan sus inquilinos que cuando compraron su vivienda lo hicieron con el compromiso «verbal» de la empresa de que el edificio iba a ser certificado como Passivhaus, es decir, iba a contar con un alto nivel de eficiencia energética. Y no ha sido así, aunque desde Plaza 14 siempre han defendido que lo que se dijo era que el edificio iba a construirse con criterios Passivhaus.

Tras la entrega de llaves, descubrieron que las viviendas no tenían mucho que ver con el piso piloto que visitaron, lujoso y con materiales de alta calidad. Más bien se dieron cuenta de que la constructora había recortado en costes .

Por ejemplo, las viviendas no tenían persianas ni galerías y la alternativa que se les ofrecía era la de colocar estores previo pago de «6.000 euros». Las ventanas del salón y la cocina iban a ser correderas, pero luego se informaba que tenía un coste extra.

La piscina en altura también está generando serios problemas, pues su filtraciones son constantes. Las que también se han producido en los garajes.

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