Acción Social

Más de 11.900 hogares con mayores precisan de ayuda en casa en Zaragoza

La demanda del servicio a domicilio crece un 13% desde la pandemia | El ayuntamiento destina 20 millones a este programa y 3 al de teleasistencia

Pilar recibe semanalmente la visita de una trabajadora del Servicio de Atención a Domicilio.

Pilar recibe semanalmente la visita de una trabajadora del Servicio de Atención a Domicilio. / ANGEL DE CASTRO

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Los mayores de 85 años se han duplicado en la provincia de Zaragoza en los últimos años, por lo que es fácil entender por qué la demanda del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) o la teleasistencia no deja de crecer. En el caso de Zaragoza, el programa de atención personalizada en el hogar se ha incrementado un 13% en los tres últimos años, hasta alcanzar las 11.909 unidades familiares. Sucede lo mismo con el servicio de ayuda telefónica permanente, que ha experimentado un incremento del 16%. 

El aumento de la esperanza de vida y el hecho de haber entendido como sociedad que el bienestar de los mayores debe ser una prioridad ha obligado a las administraciones a actuar y a destinar más dinero público con los que financiar programas dirigidos a su socialización y cuidado, como el servicio de comida a domicilio o a lucha contra la soledad no deseada. 

El SAD pretende compensar la pérdida de autonomía de los mayores ayudándoles con las actividades más cotidianas de su día a día y en su casa, donde se sienten seguros, como la compra, la cocina o la limpieza. Un servicio que también sirve de apoyo a los cuidadores, los eternos olvidados.

Un millar más que hace tres años

Actualmente hay dadas de alta 11.909 unidades familiares, 1.347 más que en 2019. «Este incremento no es puntual, sino que va a ser constante por el envejecimiento de la sociedad, por lo que tenemos que reforzar los programas dirigidos a este segmento de la población y mejorarlos», explica el concejal de Acción Social, Ángel Lorén. 

Según el informe de Ebrópolis, Indicadores básicos de la provincia de Zaragoza 2021, el grado de sobreenvejecimiento ha aumentado en más de ocho puntos desde el año 2.000. Los mayores de 84 años representaban en el año 2000 el 10,7% del total de personas por encima de 64 años, mientras que en el 2021 esa proporción fue del 18,6%. 

Más inversión

Un incremento que ha obligado al ayuntamiento a dotar con 20 millones de euros anuales el SAD, que también se dirige personas dependientes, con algún tipo de discapacidad. «En realidad, muchos de los mayores que atendemos como preventivos deberían serlo como dependientes, porque lo son y precisan de unos cuidados más concretos, pero el atasco que hay en la DGA para valorarlos nos obliga a hacerlo de esta manera», explica Azucena Diez Casado, directora técnica del centro municipal de los Servicios Sociales de El Rabal, que asegura que la demora llega a los seis meses. Los preventivos, matiza, son aquellos mayores con cierta autonomía pero que ya precisan de ayuda para asearse, comprar, cocinar o limpiar su casa. 

Actualmente hay 9.236 dados de alta, frente a los 2.673 dependientes, derivados por los servicios sociales del Gobierno de Aragón, encargados de valorar el grado de dependencia y la atención que precisa. La DGA destina 7,6 millones de euros a la encomienda de gestión para la ayuda a domicilio. 

La teleasistencia, 24 horas 365 días

En cuanto a la teleasistencia, el ayuntamiento invierte anualmente cerca de 3 millones de euros anuales y también recibe la parte correspondiente del Ejecutivo. En Zaragoza hay 12.311 hogares con el sistema activo, en los que puede haber un miembro o más. El 83% de los usuarios (10.211) son mayores con una autonomía limitada, mientras que el resto son dependientes (2.100). 

En este caso, la tecnología ha ayudado a mejorar el servicio. Este programa se ha profesionalizado con los años y, además del dispositivo telefónico que se mantiene operativo las 24 horas del día los 365 días del año, se ha completado con sensores de movimiento y cámaras que monitorizan el comportamiento del mayor detentando cambios en sus rutinas que ponen en alerta a los servicios sociales y sanitarios. 

El hecho de que estés valorados como preventivos o como dependientes no es baladí ya que estos últimos se benefician de una atención más amplia, de hasta seis horas semanales, siempre según sus necesidades. Son los trabajadores sociales los que deciden qué atención precisan.

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