Memoria democrática

La DGA no tocará las bombas del Pilar

El Gobierno de Aragón retirará una inscripción franquista escrita en latín y situada junto al coro de la basílica | Ha solicitado al ayuntamiento que elimine unas cerámicas de la plaza Santa Cruz

Las dos bombas están colgadas en una columna junto a la santa capilla.  | ÁNGEL DE CASTRO

Las dos bombas están colgadas en una columna junto a la santa capilla. | ÁNGEL DE CASTRO / IVÁN TRIGO

Iván Trigo

Iván Trigo

El Gobierno de Aragón, en cumplimiento de la ley autonómica de Memoria Democrática y a instancias de la petición realizada por un particular, ha acordado requerir la retirada de unas líneas de una inscripción franquista escrita en latín situada junto al coro de la basílica de El Pilar. Asimismo, la DGA también ha solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza que elimine unas cerámicas de la plaza Santa Cruz. Sin embargo, desde el Ejecutivo autonómico han rechazado la posibilidad de quitar las dos bombas que se exhiben dentro del templo al considerar que no son contrarias a las leyes memorialistas.

Según el escrito remitido al ciudadano que realizó esta petición, registrada el 4 de noviembre del año pasado, desde la dirección general de Patrimonio Cultural de la DGA se requirió el pasado 13 de enero al Cabildo Metropolitano de Zaragoza «en relación a una inscripción latina situada en el coro mayor de la basílica».

En este texto se puede leer, en latín: Tras la guerra de liberación de la patria y obtenida felizmente la victoria, los fieles cristianos de toda España, agradeciendo a la bienaventurada Virgen María del Pilar al haber escuchado sus votos, la visitan como peregrinos con filial amor y piadosa penitencia mientras, llenos de júbilo celebran el XIX centenario de su venida. Años 1939-1940 del nacimiento de Cristo.

La "guerra de liberación"

Ante el requerimiento de la DGA, el Cabildo propuso retirar las «tres primeras líneas» de la inscripción, «que son las que incumplen la ley de Memoria Democrática de Aragón». El Gobierno de Aragón ha aceptado esta propuesta, por lo que se eliminará del texto el siguiente extracto: Tras la guerra de liberación de la patria y obtenida felizmente la victoria. El resto se quedará igual.

El Gobierno de Aragón también ha atendido otra de las peticiones realizadas a nivel particular por el mismo ciudadano, la que se refiere a la inscripción colocada en la base de la cruz que está en el centro de la plaza de Santa Cruz de la capital aragonesa. En este caso la dirección general de Patrimonio también opta por su retirada, por lo que ha requerido al Ayuntamiento de Zaragoza para que lo lleve a cabo.

En esta placa, que se repite cuatro veces en los cuatro lados de la base de la cruz, se haya escrito: Transeúnte, esta cruz bendita espera de ti una oración por los mártires de la guerra. RIP. El símbolo se debe retirar, justifica la dirección general de Patrimonio, porque es «contrario a los valores democráticos tal y como recoge» la ley de Memoria Democrática de Aragón.

Placa en la plaza de Santa Cruz que tendrá que ser retirada.  | EL PERIÓDCIO

Placa en la plaza de Santa Cruz que tendrá que ser retirada. | EL PERIÓDCIO / IVÁN TRIGO

No obstante, el Gobierno de Aragón ha rechazado la retirada de otros dos vestigios del franquismo que también habían sido señalados en el requerimiento ciudadano. Se trata de las dos bombas que se exhiben dentro de la basílica del Pilar, justo al lado de la santa capilla de la virgen, y de la cruz que marca en el suelo de la plaza del Pilar el lugar exacto en el que cayó uno de esos obuses el 3 de agosto de 1936, poco después de que comenzara la guerra civil española.

Sobre esta última cuestión, la DGA considera que la cruz no «infringe» las leyes de memoria al tratarse de un «elemento de señalización del lugar y de la fecha donde impactó sin estallar una de las bombas lanzadas, sin hacer mención a nada que pueda dar lugar a ningún tipo de exaltación».

Y sobre los dos proyectiles ubicados dentro del templo, la dirección general de Patrimonio explica que junto a las bombas solo hay «una breve inscripción que únicamente menciona la fecha en que fueron arrojadas». «En este supuesto –prosigue la DGA en su respuesta– la exposición de las citadas bombas tiene como fin conmemorar el hecho ocurrido desde una perspectiva religiosa».

Los expertos

No obstante, para los expertos estas bombas sí que tienen una «connotación» más allá de su significado religioso. «Tras la guerra se vendían bombas como souvenirs. Hay fotos de los proyectiles con banderas nazis y falangistas», recuerda el historiador Javier Ramón Soláns, autor del libro La Virgen del Pilar dice: usos políticos y nacionales del culto mariano en la España contemporánea y quien dice sentirse «sorprendido» al conocer que el Gobierno de Aragón «tome decisiones sin consultar a los expertos».

«Yo no entro en si hay que quitarlas o no, podría colocarse un cartel explicativo», dice Soláns. Y es que el ataque al Pilar con estas dos bombas, cuya autoría siempre ha estado bajo sospecha, se usó por parte del bando sublevado para desplegar una campaña de propaganda a su favor y en contra de los republicanos.

Justo la semana pasada, el Senado requirió información al Gobierno de Aragón sobre las decisiones tomadas al respecto sobre estos vestigios del franquismo.