Residentes turcos en Zaragoza agradecen la labor de bomberos en el terremoto

Residentes turcos en Zaragoza han agradecido este jueves la labor de los siete bomberos de la capital aragonesa desplazados a la ciudad de Adiyaman para colaborar en el salvamento de personas tras el terremoto producido en el sureste de Turquía y norte de Siria, que ha causado miles de muertos.

"Son ángeles sin alas", ha dicho Gungor Ekinci, que reside en la capital aragonesa Zaragoza con sus dos hijos y ha asegurado que aunque toda su familia en Turquía está bien, eso ahora significa estar vivos tras un terremoto que ha sido la "catástrofe del siglo", y a veces se siente culpable por su propia situación en Zaragoza.

"Hay muchos niños sin padres, muchos padres sin hijos, muchas familias sin casas", ha lamentado, al tiempo que ha mostrado su gratitud hacia todos cuántos se han desplazado a Turquía a ayudar en esta catástrofe, en especial a los Bomberos de Zaragoza. "Ojalá que toda la geste de mi país se recupere pronto", ha subrayado.

Un agradecimiento en un encuentro con los bomberos en el parque número 1 que también ha querido trasladar Ahmet Saglik, que tiene familia en dos de las zonas afectadas por el terremoto, sus hermanos en la ciudad de Adiyaman a la que viajaron los bomberos de Zaragoza, lo que le produjo una mezcla de alegría y de tristeza al ver las noticias en la televisión.

"La verdad es que casi estamos nosotros más agradecidos", ha confesado por su parte el jefe de Bomberos, Quique Mur, por el reconocimiento a su labor en este encuentro en el que residentes turcos en Zaragoza les han entregado flores y dulces y por haber podido ayudar en esta emergencia en Turquía.

"Nos sentimos profundamente agradecidos de haber podido ir allí y haber ayudado" en una situación muy complicada, ya que aunque se ponga toda la profesionalidad y voluntad "no siempre triunfa", y aunque su labor fue positiva -al rescatar a una mujer de unos 60 años-, les habría gustado tener "más oportunidades de hacer cosas" y su reconocimiento es al pueblo turco por el cariño que les han dado.