El Pirulí de Telefónica: así se construyó el nuevo edificio más alto de Aragón

Fue inaugurado el 14 de julio de 1992, por lo que tiene ya más de 30 años, pero sigue siendo el edificio más alto de Zaragoza y ahora también de Aragón. El conocido como Pirulí de Telefónica, situado en la Vía Hispanidad de la capital aragonesa, es, con sus 117 metros, la construcción que más altura alcanza de la comunidad una vez ha caído la chimenea de la central térmica de Andorra. Pero esta no es la única característica que hace a esta torre tan especial.

El edificio de Telefónica, que se construyó en pocos meses, fue ideado para servir de apoyo en las comunicaciones durante los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona. Aquel mismo año, la compañía levantó infraestructuras similares en otras ciudades como Cádiz, Oviedo o Salamanca. Hoy, el Pirulí sirve para transportar la señal telefónica a clientes finales, para compartir infraestructuras con otros operadores y como centro de distribución de fibra óptica. El edificio es además 100% aragonés: el hormigón se trajo de la planta que Cemex tenía en Zaragoza y el cemento de la que tienen en Morata.

Su construcción fue toda una novedad en la capital aragonesa por las características de la torre. En las obras trabajaron 60 personas en tres turnos hormigonando día y noche y utilizando un aditivo fluidificante con fraguado rápido para conseguir que todo quedara de una pieza. Levantaban 10 centímetros cada hora.

Para levantar una torre de estas dimensiones, construyeron el fuste (el cilindro central) en dos partes de 50 metros cada una, una troncocónica en la parte inferior y una cilíndrica en la superior. El fuste nace con un diámetro de 13 metros en la parte inferior y va reduciéndose hasta los 8 metros. El espesor del hormigón se va aligerando a medida que sube la torre. Pasa de los 80 centímetros a los 30 centímetros en la zona más alta.

Una de las curiosidades es que en medio hay un balcón que no estaba previsto en el proyecto constructivo inicial pero que los arquitectos tuvieron que añadir después como salida de emergencia. Se ubicó a una cota de 45 metros porque era el punto más alto al que llegaba una escalera de bomberos.

Oscilación en la parte superior

La cimentación de la torre se compone de una gran zapata de hormigón armado de un grosor de 3,50 metros que asegura la estabilidad de la estructura. Debido a su gran peso en la base y ligereza en altura, su centro de gravedad es bajo y la estabilidad es muy alta. Esto unido a la flexibilidad del hormigón armado hace que en días ventosos se produzca alguna oscilación en la parte superior de la torre.

Desde arriba, donde han anidado a veces parejas del halcones, se avista toda la ciudad, el Moncayo al oeste, los Pirineos al norte, y todos los edificios a los que el Pirulí puede mirar por encima del hombro. Tras la torre de Telefónica, el segundo edificio que más cota alcanza en la capital aragonesa es Torre Zaragoza, en la avenida Navarra, con 106 metros. Le siguen las torres del Pilar (94 metros), la de la Seo (90), la de Aragonia (78), las del World Trade Center del Actur (77) y la Torre del Agua (76).  

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