Crecen los abandonos de perros mientras se frenan las adopciones

Se achaca a la nueva ley, la crisis económica y el aumento de la tenencia en pandemia

Crecen los abandonos de perros en Zaragoza

Jaime Galindo

Carlota Gomar

Carlota Gomar

De nada ha servido que el bienestar animal haya copado la actualidad durante meses. A la espera de que entre en vigor la futura ley, el abandono de perros se ha agravado de forma considerable en lo que va de año, los más perjudicados por la tenencia irresponsable de animales. La llegada de canes al Centro de Protección Animal (CMPA) del Ayuntamiento de Zaragoza es constante y, para más inri, las adopciones prácticamente se han paralizado, lo que está provocando que trabajen por encima de sus posibilidades. El 'boom' de adopciones que provocó la pandemia, la crisis económica o la nueva normativa de tenencia son los principales motivos que han originado esta situación. Desde el centro municipal hacen llamamiento a la adopción (responsable, claro).

Un simpático can asomado por uno de los chelines.  | JAIME GALINDO

Un simpático can asomado por uno de los chelines. | JAIME GALINDO / carlota gomar

Las instalaciones municipales no tienen capacidad para recibir a más mascotas, ni perros ni gatos. Están completas. Cuando comenzó el año, en el CMPA había 162 animales, 103 canes y 59 felinos, que han tenido que hacer hueco a los nuevos. En los 82 primeros días del año han llegado 85 perros. El 20% de los que llegan son perros potencialmente peligrosos (con la nueva ley pasarán a considerarse perro de manejo especial), los que tienen más problemas para ser adoptados. El 75% de los que hay en el centro animal lo son.

Un trabajador del centro de Zaragoza visita a los perros.  | JAIME GALINDO

Un trabajador del centro de Zaragoza visita a los perros. | JAIME GALINDO / carlota gomar

La jefa de la Oficina de Protección Animal, Alba López, admite que el centro está lleno, con 160 perros al cuidado de todo el equipo. Para poder ofrecerles la mejor atención posible, el consistorio trabaja con la guardería Las Jaras, donde se encuentran la mitad de los perros.

«Cada día nos llegan entre dos y tres animales pero el problema es que las adopciones se han frenado"

«Cada día nos llegan entre dos y tres animales pero el problema es que las adopciones se han frenado. La tasa de abandono siempre ha sido muy alta, pero por lo menos encontrábamos con cierta facilidad un hogar para los perros, ahora ya no sucede», explica López. La media estaba en las cinco adopciones a la semana, ahora se firma una, y con suerte.

A diferencia de otros años, cuando se registraba el pico de abandonos en verano y tras las navidades, ahora es persistente. «Siempre se ha registrado el pico en verano o tras el periodo navideño, pero ahora el goteo es constante», añade, siendo los perros en torno al año los peor parados. «Cuando son cachorros son más entrañables y uno se esfuerza por educarlo, pero cuando crecen y se hacen grandes, los destrozos que pueden hacer (según el perro, no es algo general) son mayores y también exigen paseos más largos, por lo que el propietario tiene que dedicarle más tiempo y es cuando decide abandonarlo o traerlo al centro», comenta López.

Lista de espera

El CMPA no solo acoge a animales abonados a su suerte en la calle o en los descampados, también a mascotas de las que quieren deshacerse sus dueños. Los motivos pueden ser muchos y, según la razón, se prioriza su atención. «No es lo mismo que una persona haya tenido un problema de salud y no pueda hacerse cargo del animal que otra que simplemente se ha cansado», matiza la jefa del servicio, que admite que hay «lista de espera» de unos 50 perros y gatos. «Recibimos al día entre cinco y seis llamadas», lamenta. Aquellos dueños que renuncian a su mascota tienen que pagar 250 euros.

En los tres primeros meses del año solo se han gestionado 43 adopciones y se han rescatado a 38 perros perdidos que acabaron en el CMPA y cuyos dueños han ido a buscarlos. «Al tener chip, localizamos a los propietarios y vienen a buscarlo», subraya. No ocurre lo mismo con los abandonados, que no suelen estar identificados.

«El desconocimiento deriva en estas situaciones porque mucha gente decide tener un perro sin saber lo que conlleva»

La jefa del servicio explica que una de las causas que ha originado este aumento de la tasa de abandonos puede estar motivada por la pandemia. Durante el confinamiento, solo los dueños de los canes tenían permiso para dar un pequeño paseo con su mascota, lo que generó ciertos recelos y disparó la tasa de adopciones y compra de perros. «Ahora que ya se puede salir de casa, viajar y hacer cualquier cosa sin restricciones se han cansado porque se han dado cuenta de que fue un capricho, una decisión impulsiva que exige mucha responsabilidad, tiempo y dinero», explica López. Tener una mascota no es como tener un juguete. «El desconocimiento deriva en estas situaciones porque mucha gente decide tener un perro sin saber lo que conlleva», insiste.

La crisis económica

Por otro lado, la crisis económica ha golpeado con dureza los bolsillos de los zaragozanos y tener un perro no resulta nada barato entre su alimentación y las visitas al veterinario ordinarias.

Además, «el desconocimiento, los rumores y los bulos que han surgido con la ley de Bienestar Animal han podido provocar cierto alarmismo, que no es real porque si uno convive con su mascota de forma responsable no va a tener ningún problema», asegura.

Por su parte, el concejal de Participación, Javier Rodrigo, que recalca que hay experiencias de familias adoptantes muy positivas, insiste en la necesidad de encontrar familias que quieran cuidar de algunos de los perros o gatos del centro. «Tenemos muchas mascotas buscando dueño», insiste. Un proceso que no se hace a la ligera, ya que desde el centro, antes de aprobar cualquier adopción, primero se constata que el animal estará bien atendido.

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