El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, manifestó ayer su intención de materializar «a una velocidad de crucero» la construcción del nuevo estadio de fútbol de La Romareda y cargó, una vez más, contra el partido socialista que «ponga piedras en el camino». «Espero que una vez que pasen las elecciones al PSOE le entre el sentido común y deje de poner problemas a la construcción de la nueva Romareda», confío.

Azcón realizó estas declaraciones en el Museo del Fuego de Zaragoza, donde se celebró el aniversario de la victoria del club del Real Zaragoza en la final de la Recopa de Europa en París en 1995. La operación Romareda sigue generando tensiones entre la DGA y el ayuntamiento. Las últimas han sido a causa de los requerimientos de información que el Ejecutivo autonómico ha pedido al consistorio a propósito de tres parcelas cuya situación registral «no esta depurada».

Para Azcón, estos requerimientos son «piedras en el camino» que ha puesto el PSOE «pensando en sus intereses antes que en los del Real Zaragoza y de la propia ciudad» y que «no están ayudando a que el campo de fútbol tenga el consenso y la tranquilidad necesaria para que pueda llevar una velocidad de crucero».

«Creo que el PSOE se está equivocando y que el señor Lambán está priorizando sus intereses políticos, personales, por encima de lo que es el interés general de que hagamos un nuevo campo de fútbol. Y espero que, una vez que pasen las elecciones y desde la oposición, reconsideren todo lo que ha hecho», subrayó Azcón. El alcalde aseguró que desde el ayuntamiento se va a hacer «todo lo posible para que el proyecto «dentro de muy poco se convierta en realidad».

También se pronunció el director general del Real Zaragoza, Raúl Sanllehí, quién opinó que la construcción del estadio «es fundamental para el club» porque «da competitividad con los rivales» y ha lamentado que, en ese sentido, «ahora estamos atrás».