ZARAGOZEANDO

¿Qué son ahora las antiguas estaciones de bus que había por toda Zaragoza?

Algunos garajes son ahora supermercados y otros fueron derribados y convertidos en viviendas

Iván Trigo

Iván Trigo

Si quería uno marchar hacia Logroño desde Zaragoza para catar buenos caldos debía acudir a la calle Juan Pablo Bonet. Y para viajar a la cuarta capital aragonesa, Salou, para pasar unos días con los pies a remojo, había primero que caminar por el caluroso asfalto del centro de Zaragoza hasta la calle Hernán Cortés. Desde allí y otras localizaciones dispersas por los barrios salían los autobuses que conectaban la capital aragonesa con otras ciudades hasta que en 2007 abrió la estación central de autobuses de la intermodal de Delicias.

Fue el 16 de junio de hace 16 años cuando las cocheras de las diferentes compañías de transporte de viajeros dejaron de recibir personas. Había en Zaragoza hasta seis cocheras que sumaban 7.500 metros cuadrados de superficie y desde las que partían unos 400 buses diarios que, por momentos, colapsaban el tráfico del centro de la ciudad. Pero una vez cerraron los garajes, quedaron disponibles enormes locales de los que las empresas tuvieron que desprenderse. Y comenzó una reconversión que tardó en consumarse, puesto que la crisis financiera de 2008 paralizó el mercado inmobiliario e hizo que alguno de estos establecimientos permanecieran vacíos durante años.

Hoy en día, sin embargo, la mayoría tienen una nueva vida. El primero de estos garajes en reconvertirse fue el que tenía Autobuses Jiménez en la calle Juan Pablo Bonet, que ahora es un Alcampo y en origen era un Simply que Sabeco trasladó desde una calle cercana. El cambio supuso un alivio para los vecinos, que dejaron de escuchar a diario el trajín de vehículos pesados y viajeros con sus maletas, y también para los conductores, pues cada vez que un bus salía de la estación el tráfico debía pararse.

Otros garajes, como el de la calle de Hidalgo, ahora son viviendas.  | ÁNGEL DE CASTRO

Otros garajes, como el de la calle de Hidalgo, ahora son viviendas. | ÁNGEL DE CASTRO

Otras antiguas cocheras se convirtieron en gimnasios, como el caso de las de Ágreda Automóviles. En su sede de la avenida Valencia, desde donde se viajaba hasta Lérida, ahora hay un centro deportivo de la firma McFit. Este local estuvo vacío y acumulando suciedad durante mucho tiempo, y los promotores del gimnasio tuvieron la mala suerte de querer abrir en marzo de 2020. Pero estalló la pandemia y los planes se retrasaron.

Y en la sede de esta misma compañía en Hernán Cortes hay ahora un Viva Gym, si bien, por la calle Elvira de Hidalgo, donde había otra salida, se levantó un bloque de pisos.

En la calle Castellví tenía su centro de operaciones Automóviles Zaragoza y ahora lo usa FCC.  | ÁNGEL DE CASTRO

En la calle Castellví tenía su centro de operaciones Automóviles Zaragoza y ahora lo usa FCC. | ÁNGEL DE CASTRO

Lo mismo ocurrió con las cocheras de Aragón Tours en la calle Almagro. La compañía cambió su sede y se mudó al polígono del Portazgo, a las afueras de la ciudad, y en su garaje del centro se levantó un bloque de una treintena de viviendas de primer nivel.

Todos estos movimientos descongestionaron el tráfico en una zona de la ciudad que ya de por sí está muy concurrida, como es todo el entorno de la puerta del Carmen. Si ahora hay atascos, cuando decenas de buses recorrían estas mismas calles, aquello era lo menos parecido a una zona de bajas emisiones que podía haber.

Uno de los garajes que más rápido encontró una nueva vida fue el que tenía Automóviles Zaragoza en la calle Castellví, también cerca de la puerta del Carmen. Allí la contrata encargada de la limpieza de las calles, FCC, guarda sus vehículos y los carritos con los que los operarios recorren las calles.

Otras estaciones de buses estaban en la calle Lacarra (Therpasa) y en la avenida Navarra (Conda), esta última desde donde se viajaba a Pamplona; un local que en parte sigue vacío, si bien una mitad se convirtió en un taller de la firma Midas.