Hostelería

Giros Griego: "Bienvenidos a nuestra nueva casa en calle Bielsa"

La bocatería griega zaragozana amplía su propuesta con un local donde poder disfrutar del autoservicio en terraza

Así es el nuevo Giros Griego de la calle Bielsa

Así es el nuevo Giros Griego de la calle Bielsa / Jaime Galindo

Judit Macarro

Judit Macarro

Hace 'jroña que jroña' (años y años), en 1983 para ser exactos, un pequeño local de comida griega se dio a conocer en Zaragoza, el Carpanta (actualmente Giros Griego). Poco a poco, esta empresa familiar fue creciendo hasta que en 2001 abrió sus puertas en Fernando el Católico, dejando atrás los restaurantes de carta y apostando por una bocatería que conservara el nombre de 'Carpanta', en honor a el fundador (padre y suegro de los actuales dueños).

Con los años, el negocio consiguió consolidarse como la embajadora de la gastronomía griega en Zaragoza. "Desde que levantamos la persiana en el 83, hemos querido transmitir el amor hacia esta cultura", por ello todos sus productos provienen directamente desde Grecia, en concreto desde la tierra natal de la familia: Salónica.

La pandemia cambió el modo de servir comidas en bares y restaurantes, pasando del servicio tradicional al envío a domicilio. Aunque en Giros Griego ya tenían en mente desde hace años emprender en este formato, por lo esta situación no les vino mal. De hecho, "en 2021 fuimos la bocatería con más pedidos a domicilio en Zaragoza y la cuarta en España", señala Anabel Muñoz, dueña de la empresa junto a su marido Santiago Basmalis.

Ahora, dos años más tarde, han abierto sus puertas este 6 de junio en la calle Bielsa, donde pretenden seguir como hasta el momento: con un servicio a domicilio y también en el propio local. Eso sí, con una terraza de autoservicio en la que los clientes mediante códigos se servirán las bandejas con comida.

Estos primeros días, desde la apertura del lunes del nuevo establecimiento, están teniendo "muy buena respuesta de la gente del barrio", explica Santiago Basrralis, dueño del restaurante quien asegura que "estamos muy contentos". "La gente tenía ganas", continua Santiago, "aunque al final hacemos lo mismo que veníamos haciendo en Fernando el Católico".

Una empresa familiar que no para de crecer, con 16 empleados ya (familiares y trabajadores), y una amplia carta de comidas y postres al más puro estilo helénico.