Hace tiempo que el Ayuntamiento de Zaragoza premia a aquellos hogares que en los dos últimos años ha reducido su consumo de agua doméstica un 10% con un descuento del 10% de la tasa a pagar. Un aliciente que, además de desconocido para la mayoría, no logra el efecto deseado. Solo un 15% de las viviendas consumieron menos litros.

De media, y según los datos del INE de 2020, cada persona usa 105,4 litros de agua doméstica al día. Extrapolando los datos a Zaragoza, podría decirse que cada día se utilizan de media 71 millones de litros de agua para fregar, ducharse, lavar la ropa o regar las plantas.

En un contexto de emergencia climática como el actual, todo ahorro es importante. Yendo a los datos, en 2022 se aplicó el incentivo a 48.734 pólizas, la mitad que hace menos de una década, pero el doble que en 2021. El ahorro total para estos hogares fue 232.679 euros, los que dejó de percibir el ayuntamiento. La cifra, mejorable, marca un antes y un después en el histórico y mejora la serie de los cinco últimos años. Pese a los incentivos, el número de residencias que han controlado su gasto se ha ido reduciendo de forma drástica y progresiva en la última década. Una tendencia negativa que el consistorio quiere revertir con campañas de concienciación e impulsando acciones que permitan generar un ahorro del agua, como la mejora de las red de tuberías o la reutilizando del agua de baldeo y de las piscinas municipales.

2016, año de récord

Volviendo a los datos, el año 2016 fue de récord. Desde entonces no se ha registrado una cifra tan buena, cuando 91.531 hogares redujeron el consumo de agua de sus hogares. Un año después, en 2017, la cifra ya había caído hasta los 85.039, que en 2018 fueron 57.161. El descenso, imparable, fue a más, y en 2019 cayeron hasta los 31.519 que, un año después, el de la pandemia y el confinamiento, se redujo a 27.249. El peor dato de la gráfica se registró en 2021. Ese año, solo 19.448 hogares consiguieron consumir menos agua que el anterior.

Pese a que los datos no son precisamente buenos, el consumo de la capital aragonesa sigue por debajo de la media aragonesa y nacional, que se sitúa en los 134 y 133 litros por persona y día de media (últimos datos del INE de 2020). En un contexto de sequía extrema, el consumo de agua está garantizado en Zaragoza y en todas las poblaciones aragonesas. Con los embalses de la cuenca del Ebro al 49% de su capacidad gracias a las últimas lluvias –pero por debajo de la media de los últimos años–, cada gota cuenta.

¿De dónde bebe agua Zaragoza?

En la capital, el 66% del agua que se bebe proviene del pantano de Yesa, y el resto, del Canal Imperial. Pese a que el abastecimiento no es un problema, desde el ayuntamiento insisten en la importancia de concienciar a los vecinos de que se trata de un bien escaso. Para conseguir este objetivo, se van a impulsar nuevas campañas con el objetivo de repetir el efecto de la Expo, cuando caló en la población la necesidad de ahorrar agua y se consiguió rebajar la barrera psicológica de los 100 litros diarios por persona.

El consumo de agua doméstico por habitante y día pasó de los 109 litros en 2008 a los 100 en 2015. Este hito volvió a repetirse en 2018 y desde entonces no ha dejado de aumentar la cifra. En 2019 ya fueron 103,4 litros por persona y día; en 2020, año del confinamiento, subió a 105,4; y en 2012 aumentó el consumo hasta los 108,2. Por suerte, el año pasado volvió a reducirse, hasta los 105,4 litros de agua diarios y por zaragozano.

Cerrar el grifo es cosa de todos, también de las instituciones públicas. En el marco del plan de adaptación al cambio climático que aprobado recientemente por el consistorio, desde el ayuntamiento zaragozano se han impulsado distintas medidas destinadas a la gestión y optimización del ciclo del agua.