Jorge Azcón decía frente a los medios de comunicación que era su última comparecencia como alcalde (en funciones) de Zaragoza. Lo hacía en el Arco de Banderas de la casa consistorial en un acto convocado para cederle el testigo a su elegida, Natalia Chueca, su gran apuesta. Tanto lo ha sido que el pasado 28 de mayo arrasó quedándose a tan solo un concejal de la mayoría absoluta.
«Zaragoza se queda en buenas manos», ha dicho en un par de ocasiones el que será el próximo presidente de Aragón. Inmerso en las negociaciones para formar Gobierno y esquivando como puede la rumorología sobre los pactos, Azcón ha asegurado «se abre una nueva etapa» en Aragón y Zaragoza. «Los (nuevos) equipos de la DGA y el ayuntamiento tienen claro que hay que tirar del carro para mejorar la calidad de vida de los zaragozanos y los aragoneses», ha dicho el conservador, que ha garantizado el diálogo y la colaboración entre ambas administraciones.
"Lealtad y colaboración"
Si algo tienen claro ambos líderes es que la relación entre las dos principales instituciones de la comunidad tiene que cambiar. Tras cuatro años de polémicas cruzadas entre la DGA de Javier Lambán y el ayuntamiento de Azcón, los conservadores se prometen «lealtad» y «colaboración» desde sus respectivos despachos. Habrá que ver qué pasa cuando la ciudad le reclame más financiación, la que hasta ahora Azcón consideraba que era injusta e insuficiente.
Pero eso ya llegará. Por ahora el mensaje es el de que van «a colaborar en todo aquello en lo que podamos. No puede ser que en temas de urbanismo la DGA tome decisiones sin contar con el ayuntamiento, como ha pasado (con Javier Lambán)», ha manifestado Azcón, que ha asegurado que a partir de ahora todas las gestiones que se realicen en la capital para atraer nuevas inversiones se harán de forma conjunta, como también se hará con los nuevos proyectos para crear vivienda nueva o con las políticas deportivas.
El PP sigue saboreando su victoria del 28M, sobre todo Natalia Chueca, que este sábado jurará el cargo y recibirá el bastón de mando de la ciudad de manos de Julio Calvo, el portavoz de Vox, el mismo que le exige entrar en su Gobierno.
Pero Chueca quiere hacerlo en minoría y por eso será nombrada alcaldesa de Zaragoza sin ningún apoyo externo, tampoco de Vox. Los 15 concejales que obtuvo el 28M son suficientes para poder recibir el título. «La ciudad no se para», ha dicho sin querer dar más pistas sobre su proyecto de ciudad, en el que destaca la Ciudad Inteligente del Deporte o al WiZink Center.
Nada ha querido adelantar Chueca sobre el que será su primer discurso, salvo que su proyecto será continuista. Tampoco sobre la decoración de su despacho. «Está bien así», ha dicho a preguntas de los periodistas y tras destacar al «liderazgo» de Azcón, del que tanto se habla estos días entre los miembros del equipo de Gobierno del PP.
«Estos cuatro años le hemos dado la vuelta a la ciudad y me comprometo a continuar con todos los proyectos que hemos puesto en marcha», ha afirmado Chueca, que también ha hecho mención a esa «nueva etapa» en la que «la colaboración institucional va a ser fundamental».