La comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza debatirá este lunes sobre una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que regulará la instalación de plantas fotovoltáicas y parques eólicos en la huerta del término municipal. El objetivo es proteger las zonas de regadío que rodean a la capital aragonesa, si bien las asociaciones ecologistas han denunciado que la nueva normativa no impedirá que las placas solares y los molinos ya proyectados pero no construidos puedan llegar a colocarse. Es decir, denuncian que la norma no tenga carácter retroactivo.

De aprobarse, esta modificación garantizará que puedan crearse pequeñas instalaciones dedicadas al autoconsumo, con una potencia máxima instalada de 25 kW. Sin embargo, se prohibirá que haya grandes plantas en los terrenos de regadío con protección de huerta honda, los de regadío tradicional y los de transición del tramo urbano del Ebro, unos suelos que según el PGOU suman 96.906.849 metros cuadrados.

La norma permitirá la instalar de aerogeneradores y plantas fotovoltáicas no destinados al autoconsumo en suelo no urbanizable de secano tradicional, que supone el 12,76% del término municipal, lo que son 134.990.816 metros cuadrados. Esto supone dejar fuera de la protección, denuncian los ecologistas, a las zonas esteparias, donde viven especies amenazadas como la avutarda, el sisón o el rocín.

No obstante, desde el área de Urbanismo defienden que el objeto de la modificación del PGOU es «compatibilizar las instalaciones de generación de energía con los demás usos ordenados por el planeamiento, evitando especialmente que disminuya la capacidad de producción de alimentos en los suelos agrícolas periurbanos, que se deteriore la aptitud agraria y urbanística del territorio a largo plazo, que se causen perjuicios sobre otros valores protegidos o que se produzca una proliferación incontrolada de las líneas de alta tensión», detalla el responsable del ramo, Víctor Serrano.

Asimismo, el concejal de Urbanismo afirma que «es aconsejable establecer unas reglas para que las instalaciones eólicas y solares puedan realizarse sin deterioro de los valores naturales, productivos, forestales y paisajísticos del territorio, la calidad visual de los núcleos urbanos, sobre todo si tienen valor cultural, o las condiciones de vida de los ciudadanos». De esta manera, esta modificación, que es la 214 del PGOU, prohíbe en los suelos de regadío las instalaciones fotovoltaicas y eólicas no destinadas al autoconsumo, salvo que se considere su interés público, si bien se notificará a todos los propietarios afectados. La norma también va a regular la distancia entre los suelos urbanizados y los parques eólicos o fotovoltaicos para evitar molestias e interferencias mutuas. Entre las zonas que incluyen el uso de vivienda y estas instalaciones habrá una distancia mínima de 750 metros, si bien en el caso de los parques eólicos la distancia mínima pueda ampliarse hasta los 1.000 metros si un estudio acústico así lo aconseja.

ZeC pide retirar el expediente

Además, la modificación del PGOU, en caso de aprobarse, exigirá que las líneas de evacuación de las plantas de renovables sean subterráneas en tres casos: cuando atravieses suelo urbano; cuando discurran a menos de 500 metros de suelos urbanos o urbanizables de uso residencial; y cuando atraviesen suelo no urbanizable especial de protección del ecosistema natural.

Sin embargo, los ecologistas insisten en que la norma «llega tarde» y que no va a proteger aquellas zonas de huerta en la que ya se han proyectado plantas fotovoltaicas aunque no se hayan construido aún y también de las que ya funcionen «aunque no cumplan los requisitos de esta modificación». Por todo ello, Zaragoza en Común pedirá la retirada del expediente al considerar que en su redacción tendría que haber contado con la participación de las entidades ambientalistas.

Casi 350 aerogeneradores en el término municipal de la capital

En el término municipal de Zaragoza se ha promovido en los últimos años un número notable de plantas fotovoltaicas y parques eólicos no destinados al autoconsumo, con particular concentración en el monte de Peñaflor, la estepa sudeste, el entorno de la plataforma logística Plaza, la dehesa de Ganaderos y Garrapinillos. Así lo recoge el texto de la modificación del PGOU impulsada por el área de Urbanismo que quiere prohibir su implantación en las zonas de huertas. La superficie total y los alrededores de las 80 plantas fotovoltaicas existentes y proyectadas cuando se inicia el trámite de la modificación 214 del plan general suman una superficie aproximada de 1.878 hectáreas y una potencia de unos 768 MW. Además, hay proyectados o en uso 20 parques eólicos con un total de 342 aerogeneradores. Los ecologistas critican que se siga promoviendo la instalación de más plantas de renovables cuando las ya existentes o en proceso producirán un 83,54% más de energía que la consumida en la ciudad.