Así es la nueva imagen de la emblemática Cafetería Santiago

La Cafetería Santiago es uno de esos establecimientos emblemáticos de Zaragoza. Pero su apariencia ya no es igual. Tras más de 50 años situado en la plaza del Pilar, el local ha decidido dar un cambio de imagen. Una renovación que, pese a tener cambios notables, ha luchado por no caer en la tendencia –odiosa- de destruir su esencia, pues parece que ahora todos los lugares emblemáticos tienen que ser destruidos.

Ha sido, entonces, un cambio de estética. El Grupo Vaquer, poseedor de la cafetería desde 2013, ha confiado el cambio al Estudio Vanguardia, con el que se ha entendido desde el primer momento. Luis Vaquer, miembro del Grupo Vaquer junto a Teresa y Marcos, explica cuál ha sido su idea: “Hemos querido combinar antigüedad y vanguardia. Por eso hemos conservado el mármol de las paredes y el acero inoxidable, así como la letra setentera que dan esencia y sabor al local”.

Lo que, por supuesto, también han mantenido, ha sido el mural de Galdeano. Este no aporta solo color –sus verdes y azules llaman la atención-, sino que también es una referencia a la esencia de la cafetería: “Antes muchos hoteles y cafés zaragozanos tenían murales cerámicos. Ahora han desaparecido. Nosotros queríamos conservarlo. Tiene gracia”, ha comentado Luis.

Innovaciones en la Cafetería Santiago

¿Su máxima novedad? El rojo. Vaquer ha explicado que se trata de "un color eclesial y de recogimiento", y ha añadido que "va acorde al nombre ‘Santiago’, una referencia religiosa que también se evidencia en los nuevos papeles con flores que decoran el lugar”. Se trata de una estética, según el dueño, “florentina”, que se refleja en otros puntos del café: "Hemos incluido un rincón con varias velas y un cuadro. Es una alegoría a las sacristías, un guiño que Estudio Vanguardia ha buscado hacer al estar situados en frente de la Basílica del Pilar”, ha apuntado Vaquer.

Aumentar el ‘confort’ de los clientes ha sido otro de sus grandes cambios. Han incorporado iluminación italiana, y también un suelo de moqueta que amortigua los golpes si cae cubertería al suelo. Esta línea de comodidad que han seguido es, para Luis Vaquer, el mejor cambio de la cafetería: “Ahora es un estilo más textil y cálido, algo que la sensación de hogar. Es lo que más me gusta”.

Pero la apariencia no es lo único. Rubén Martín, chef del local, también ha querido innovar en la oferta gastronómica. Ha incorporado el ‘guardia civil’, un pincho típico en la capital aragonesa que ha funcionado muy bien. Sin embargo, como ha explicado Vaquer, “la reina ha sido la croqueta de borraja”. Esta se hizo famosa cuando el rey Felipe VI la comió en el Tajo Bajo, otro de los restaurantes del Grupo Vaquer.

El Rey Felipe VI visita por sorpresa Zaragoza

Esta renovación de imagen no es el único cambio que el grupo ha tenido en mente. Como ha contado Luis, su idea es seguir creciendo a futuro: “El año que viene crearemos otro restaurante que, aunque todavía no tiene nombre, estamos conceptualizando. Y también un espacio dedicado a I+D, un lugar específico para formación e innovación”.