El debate del estado de la ciudad

Vox saca pecho de su posición en Zaragoza y reivindica sus mantras

Julio Calvo presume del papel de su formación independiente en el consistorio, con un discurso que se detuvo en temas como la Agenda 2030 y el ascenso de la derecha

Julio Calvo, en su intervención del debate del estado de la ciudad, este jueves, en el Ayuntamiento de Zaragoza.

Julio Calvo, en su intervención del debate del estado de la ciudad, este jueves, en el Ayuntamiento de Zaragoza. / Miguel Ángel Gracia

Zaragoza

Decía el miércoles Julio Calvo que Vox trataría en el debate de buscar su propio espacio y, visto el discurso que ha pronunciado este jueves, ha cumplido con su palabra. El portavoz municipal de esta formación ha reivindicado el papel independiente de su grupo, por un lado, de la “oposición poco inteligente y poco responsable” de la izquierda y, por otro, de un PP con el que, ha afirmado, siguen teniendo discrepancias. 

La media hora de intervención del edil de Vox también ha tenido espacio para incluir algunos de los principales mantras de su fuerza, como el rechazo frontal de la Agenda 2030 o los ataques directos al Gobierno de Pedro Sánchez. Además, ha aprovechado su discurso para sacar pecho del ascenso de las derechas en los últimos tiempos, ya sea en Europa o en el consistorio zaragozano.

Como muestra de las diferencias que separan a Vox de los populares, se dirigió así a la regidora, Natalia Chueca: “Le voy a dar un dato curioso, señora alcaldesa. En su discurso de investidura usted pronunció la palabra ‘sostenibilidad’ ocho veces, ‘progreso’, dos veces y ‘prosperidad’, ninguna. Somos diferentes, no hay duda”.

Una distancia con el PP que ha ligado a esas distintas prioridades que, a su vez, son la causa, a su juicio, de que los populares creciera “tan poco” en las últimas elecciones municipales. “No se está preocupando por los problemas reales de los ciudadanos”, ha espetado a Chueca. 

“La Agenda 2030, señores del Partido Popular, les importa muy poco a los ciudadanos”, agregó, antes de destacar que “la zona de bajas emisiones no les soluciona absolutamente nada”.

No obstante, Calvo ha destacado el papel de Vox a la hora de apoyar al gobierno de la ciudad cuando lo “merecía” y lo negó “cuando había que hacerlo”. “Y, sobre todo, negociamos mucho, aun sabiendo quién negociábamos”, ha aseverado. Algo que continuarán haciendo, pero, ahora “menos condicionados y, por tanto, con más fuerza”.

Esta última frase ha sido la única referencia, y velada, que se pudo distinguir en su intervención sobre la crisis abierta entre el PP y Vox a costa de la distribución de los menores migrantes. Posición que también coincide con lo que el edil adelantó a este diario el miércoles.

Los ataques han sido más duros hacia la izquierda, a la que acusó de plantear “una oposición frontal, absoluta, indiscriminada y poco meditada”, con el rechazo “absolutamente incomprensible” a cuestiones como La Romareda, la residencia de Pontoneros o el hospital de Quirón. “Esa es la oposición que hacen ustedes, frontal, indiscriminada y muy poco inteligente”.

Con todo, sí que ha tenido espacio para afear cuestiones relacionadas con la gestión, dos de ellas, “muy graves”: la prórroga de los contratos del bus y de la depuradora de La Cartuja. “La primera de ellas, con una absoluta falta de transparencia”, ha recalcado.

La solicitud sin atender para hacer público el Libro Mayor de Partidas, sus críticas a la ordenanza del dato o el rechazo del resto de fuerzas a una regulación más precisa de los gastos de los grupos son, para Calvo, la muestra de que “todos” en la corporación, salvo Vox, “tienen miedo a la transparencia”.

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