ESPECIAL 225 AÑOS DEL TEATRO PRINCIPAL
Cronología del Teatro Principal: historia de un emblemático edificio con más de dos siglos de historia
El Teatro Principal se ha reformado en varias ocasiones y su edificación ha estado condicionada por su primigenio carácter de teatro provisional

Aspecto del Teatro Principal hacia 1870 / ARCHIVO MUNICIPAL DE ZARAGOZA
La historia del edificio zaragozano se ha forjado a lo largo de más de dos siglos y su edificación ha estado condicionada por su primigenio carácter de teatro provisional. La siguiente relación de acontecimientos, grandes reformas, y otras actuaciones de mantenimiento, reflejan solo una parte de las numerosas transformaciones que el Teatro Principal ha experimentado a lo largo de sus 225 años de existencia.
1778
El incendio y la total destrucción de la Casa de Comedias del Hospital Nuestra Señora de Gracia, ubicado en el solar que ocupa en la actualidad el Banco de España, supuso la interrupción de los espectáculos en la ciudad durante cerca de 20 años, por la prohibición taxativa de las autoridades de reconstruir el edificio.
1789
Tras veinte años sin espectáculos, se inician los trámites para la construcción de una nueva casa de comedias, que se ubicaría en los graneros de la ciudad, actual emplazamiento del Teatro Principal. El marqués de Ayerbe intenta de nuevo (pues ya lo había solicitado en 1784) conseguir el permiso para la construcción del nuevo edificio.
1790
Se encarga el proyecto del teatro al maestro de obras Agustín Gracián, aunque que finalmente no se lleva a cabo. Ese mismo año se habilita un teatro provisional en los bajos de la Casa de Oña, actual palacio de Donlope, sede de la Real Maestranza de Zaragoza.
1791
Se habilita en La Lonja otro teatro provisional con un aforo de 400 espectadores, ya que el de Casa de Oña se queda muy pequeño. Estará en activo hasta días antes de la inauguración del nuevo coliseo municipal, el futuro Teatro Principal.
1795
Encargo del proyecto de la construcción del teatro al arquitecto Agustín Sanz, académico de la Academia de San Fernando, pero no se realiza por falta de presupuesto. Su proyecto contemplaba un teatro exento.
1797
Ante el deterioro del teatro de La Lonja, el Ayuntamiento de Zaragoza decide construir la nueva casa de comedias, con carácter provisional, en los terrenos de los graneros de la ciudad, enfrente del desaparecido teatro del Hospital Nuestra Señora de Gracia. Se encargan los planos al tramoyista del teatro de La Lonja, Vicente Martínez. En el proyecto de construcción trabajarán juntos el maestro de obras Agustín Gracián y el tramoyista Vicente Martínez, tomando alguna idea del proyecto de Agustín Sanz.
1799
Se inaugura el nuevo teatro de la ciudad el 25 de agosto, santo de la reina María Luisa de Parma, con un aforo para 1.600 personas y sin la fachada terminada. El primer empresario que arrienda el teatro es el actor y director Francisco Garcilaso, que estrenará el teatro con un telón de boca del pintor Ramón Urquizu.
1800
Se pinta el teatro al fresco.
1802
Carlos IV concede al Ayuntamiento de Zaragoza la administración y gestión económica del teatro. Se dota al coliseo de una fachada más elaborada y se adorna con varios balcones.
1815
Tras la Guerra de la Independencia, se redecora y se pinta por completo el teatro.
1818
Se cambia la estructura de algunos palcos y se habilita un taller de pintura en el mismo teatro. Se realiza un nuevo telón de boca a cargo de Cristóbal Garrigo.
1825
Se coloca un nuevo telón pintado por Vicente García de Vera.
1828: reforma de José de Yarza y Lapuente
Con motivo de la visita de Fernando VII y su esposa María Josefa Amalia, se procede a la reparación de todo el inmueble y se realizan obras de mantenimiento que consolidan la estructura del teatro. El proyecto corre a cargo del arquitecto José de Yarza y Lafuente, que renovó la fachada dotándola de tres pisos, una organización en altura que se ha mantenido hasta la actualidad.
En esta remodelación se cuidó sobre todo la pintura, tanto exterior como interior.
El pintor Ramón Urquizu, que realizó el primer telón de boca en 1799, se hizo cargo de la pintura decorativa de la sala de espectadores. También se reparó la araña principal, encargo que realizó el maestro hojalatero y vidriero Cristóbal Planter.
En la segunda fase de las obras se construyó un lucernario en la cubierta del teatro que sustituyó a la linterna existente hasta entonces.

Imagen Perspectiva del vestíbulo ideado por Beltrán y Borobio en 1937. / Sección de Arquitectura del Ayuntamiento de Zaragoza
1830
Para vigilar su conservación, se establece la costumbre de inspeccionar el edificio.
1836
Se eliminan varios palcos para construir localidades de gradas y se coloca un nuevo telón de boca pintado por Vicente García Vera.
1850
El artista Mariano Pescador Escárate pinta un nuevo telón de boca y lo regala al consistorio.
1853
El teatro comienza a llamarse Teatro Principal para diferenciarlo del resto de coliseos que ya funcionan en la ciudad.
1858: reforma de los arquitectos Miguel Geliner Germá y José de Yarza y Miñana
Se acomete una profunda remodelación del teatro a cargo de los arquitectos municipales Miguel Geliner Germá y José de Yarza y Miñana. Se reorganiza la estructura de las localidades de la sala, que pasa a tener entre 1.800 y 2.000 localidades, y se mejoran las dotaciones de la caja escénica. Se cambia por completo la decoración de la fachada principal y la sala para los espectadores.
1875
Se refuerzan las tijeras que formaban la estructura de la cubierta y se cambian todos los suelos y techos de las habitaciones dedicadas a servicios y espacios secundarios, situadas en torno a la entrada principal. La obra la acometió el arquitecto Segundo Díaz.
1877
Se instala el telón de Marcelino Unceta, que se conserva hasta nuestros días como telón principal del teatro.
1886
Algunos concejales del ayuntamiento proponen que el teatro se venda a particulares, pero la iniciativa no prospera. Se volverá a plantear su venta en 1893, 1895 y 1898, cuando ya estaba en marcha la gran reforma propuesta por el arquitecto Ricardo Magdalena y se desestima definitivamente con lo que el teatro siguió siendo de titularidad municipal.
1888
Se encarga un proyecto de reforma al arquitecto municipal Ricardo Magdalena. Este ya había presentado en 1881 y 1883 otros proyectos en los que proponía tirar por completo el edificio y levantarlo de nuevo al estilo de los grandes teatros europeos. No se llevó a cabo por falta de presupuesto.
1890
El arriendo del teatro es adjudicado en subasta pública al empresario César Lapuente, que acepta pagar una parte de la remodelación proyectada por Ricardo Magdalena en 1888. El empresario estuvo al frente del teatro hasta 1900.
1891-1896: reforma de Ricardo Magdalena
La gran reforma proyectada por el arquitecto municipal Ricardo Magdalena contempló la construcción de una nueva sala para los espectadores y la edificación de dos fachadas en la parte posterior del edificio.
En una primera fase actuó en la sala de espectadores e introdujo cambios importantes, como la supresión definitiva de la cazuela. Palcos y gradas fueron jalonados por finas columnas de hierro fundido y dotó a cada uno de los pisos de una decoración distinta.
La remodelación de la embocadura del escenario fue completa, consiguiendo el aspecto extraordinariamente lujoso que se mantiene en la actualidad. Para el techo de la sala de espectadores adoptó un diseño que dividió en dos partes para salvar el problema del plano irregular en forma de U.
La parte más próxima a la embocadura la decoró con molduras y plafones; y a continuación dispuso un gran círculo que contenía a su vez otros de menor tamaño ordenados en torno a un tondo central. En este espacio concentró la decoración pintada más rica de toda la sala. Intervinieron los artistas Joaquín Pallarés, Mariano Oliver, Dionisio Lasuén, Ángel Gracia y Mariano Fortún.
En la segunda fase de las obras, Magdalena procedió a dotar al edificio con dos nuevas fachadas con salidas a las calles Don Jaime y de Zabala. Esto se consiguió gracias al derribo de un bloque de casas adosado al teatro que ocupaba parte de los que hoy es la plaza de José Sinués. El teatro comienza a ganar espacio.

Imagen Diseño de la decoración de los atepechos de los palcos, de Ricardo Magdalena / AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA
1896
Por primera vez, el Teatro Principal ofrece una proyección de imágenes en movimiento dadas con un kinetógrafo.
1897
Se organizan audiciones con un fonógrafo Edison.
1898
Se programan varias sesiones de Wargraph.
1908
Se coloca en la fachada del Coso una ligera marquesina de hierro y cristal soportada por unos finos pilotes decorados. La estructura fue diseñada por Magdalena en 1894. Este elemento desapareció en la reforma de 1937 de los arquitectos Regino y Borobio.
1910
Se instala un telón cinematográfico, al que se unió en 1913 una cabina de proyección estable.
1915-1919
El arquitecto Francisco de Albiñana Corralé sustituye parte de las viejas estructuras de madera de la cubierta por otras de hierro. También se construyó una cámara para la orquesta ante el proscenio. Además, se restauró toda la decoración de la sala, se modernizó el sistema de alumbrado eléctrico y se reordenaron las estancias de la entrada del Coso.

Imagen Reconstrucción del aspecto de la primera embocaruda de la Casa de Comedias de Zaragoza. / Amparo Martínez
1925
Miguel Ángel Navarro, arquitecto del ayuntamiento, plantea una remodelación que incluía la construcción de una gran entrada por el Coso, pero se desestimó por falta de presupuesto. Concretó el proyecto de reforma en 1931, pero tampoco se llevó a cabo.
1938: reforma de José Beltran y Regino Borobio
La reforma de los arquitectos José Beltrán y Regino Borobio comenzó con el derribo de la casa número 65 del Coso, colindante al teatro, en la primavera de 1936. La remodelación supuso la construcción de una nueva planta de una parte del edificio y la ampliación de todo el teatro. El frente adquiere mayor desarrollo y se prolonga en la esquina hacia la calle Eusebio Blasco. Se mantiene los tres niveles anteriores. Incluyen un escudo de la ciudad, faroles de bronce dorado y la imagen de las musas de artes, (en el primer piso), para destacar el edificio de su entorno.
Encargan al escultor Félix Burriel la decoración escultórica de la fachada de la entrada. El artista realiza en yeso cuatro figuras que representan a un grupo de las Musas de las Artes, pero nunca se llegan a hacer en mármol.
Gracias al nuevo espacio ganado con el derribo de la casa colindante, construyen un vestíbulo de grandes dimensiones, proyectado como un espacio abierto en su parte central, de manera que conectase visualmente con el segundo piso, rematado por una cúpula y cuidadosamente decorado con mármoles y pinturas, que compusieron un conjunto de gusto neoclásico.
En la planta calle se accede al teatro a través de tres puestas que dan todas al vestíbulo, con lo que ya hay una única entrada para todas las localidades. Colocan una nueva marquesina volada. Actuarían también sobre los espacios de distribución para el acceso a las localidades de los diferentes pisos, camerinos, almacenes y dependencias auxiliares.
1940
El día 1 de octubre se inaugura la remodelación del Teatro Principal con una función de gala.
1944
Se construye el salón de tertulias en la zona de camerinos.
1952
El arquitecto Miguel Ángel Navarro sustituye la cubierta del escenario por otra de hormigón armada y tijeras metálicas.
1970
Colocación en la fachada principal de las estatuas de Talía, Terpsícore, Melpómene y Euterpe, obras de Francisco Rayo Lahoz. Hizo copias de las esculturas para decorar las otras fachadas del teatro y el interior.
1985-1987: reforma de José Manuel Pérez Latorre
Esta reforma fue promovida por los Ministerios de Obras Públicas y de Cultura dentro del Programa Nacional de Rehabilitación de Teatros y respaldada por el Ayuntamiento de Zaragoza. Entre las actuaciones que llevó a cabo destaca la reparación de la fachada, vestíbulos y salas de espectadores; modernización de infraestructuras, como la caja escénica, deambulatorios o la escalera de emergencia; la construcción de nuevos camerinos y servicios escénicos; o la sustitución de la fachada, que se elevó 5 metros por un pedestal recubierto de mármol donde se colocaron las esculturas.
También incorporó al hall (desde 2013 llamado espacio Mariano Cariñena) un mural de José Manuel Broto titulado Zaragoza, y la obra Pintura para una arquitectura o la inquietante e innecesaria mano, de Jorge Gay en el muro enfrente de los camerinos.
1990-2024
Tras la última reforma de Pérez Latorre, el Principal se da por terminado. En los años posteriores se han acometido numerosas obras de reforma y rehabilitación, así como la modernización de diferentes elementos. Entre otras, en 2021, en una actuación de emergencia, se rehabilitan las fachadas y se instala un nuevo alumbrado arquitectónico. En 2022, se sustituye la puerta exterior de acceso al escenario en la plaza de Sinués. Durante el verano de este mismo año se ha acondicionado el teatro por completo para la celebración de su 225º aniversario.

Interior del Teatro Principal de Zaragoza / MIGUEL ÁNGEL GRACIA
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