Café Chicago: "Vienen turistas de toda España a Zaragoza para probar nuestro torrezno"

El Café Chicago abrió sus puertas en 1976, hace casi 50 años, en la calle de la Batalla de Bailén, en lo que aquel entonces era todavía el barrio de la Química. Lo fundaron los padres de Juan Carlos y José María Calvo en el corazón de La Almozara. 24 años más tarde y con el oficio en las venas, los hermanos decidieron coger el testigo de un bar que ya se ha convertido en un punto de referencia en Zaragoza y en toda España.

Ellos se definen a sí mismos como “sorianos pero con acento maño”, que con madre y abuela de aquella tierra han tenido en casa a las mejores maestras para aprender a cocinar un buen torrezno. Tanto es así, que tras años de práctica en el bar, consiguieron ganar el premio al Mejor Torrezno del Mundo este pasado marzo. 

“Decidimos apuntarnos al concurso porque nuestros clientes nos decían que teníamos que hacerlo”, cuenta Juan Carlos. La competición se basaba en intentar hacer el mejor torrezno con tan solo una hora de tiempo ante la posterior cata a ciegas de un jurado. “Otros concursantes venían al concurso con el torrezno ya pochado para ahorrar tiempo, que está totalmente permitido, pero nosotros decidimos practicar mucho y cronometrarnos antes de ir y al final nos animamos a ir con todo crudo y realizar ahí el proceso completo”, comenta.

Según nos cuenta, de cada provincia española participaba solamente un establecimiento a excepción de Soria, que aportó más de cinco participantes. “El poder obtener el primer puesto ante participantes de Soria con un plato típico suyo fue una gran satisfacción para nosotros”, afirma Juan Carlos.  

Algo más que torreznos

Más de medio año después de conseguir este reconocimiento, su clientela ha aumentado entre un 15% y un 20% gracias al torrezno, viviendo además unas Fiestas del Pilar más llenos que nunca. “Estamos en un punto de la ciudad un poco escondido pero vienen hasta aquí turistas de todos los rincones de España a probar el torrezno y ya de paso otros platos estrella como nuestras patatas estozoladas”, comenta.

Para ellos su “comisión de calidad” son sus clientes a los que “ofrecemos la misma calidad que si fueran el jurado del concurso”. Aspiran a volverlo a ganar al año que viene y convertirse en los primeros en cocinar el mejor torrezno del mundo dos años consecutivos.

De cara al futuro solo piensan en agrandar y mejorar sus instalaciones para dar todavía un mejor servicio a sus clientes y prepararse para conseguir crear la mejor tapa de Zaragoza.