Las 4.800 vueltas al mundo en 6.000 días del Bizi en Zaragoza: "Ahora vemos hasta raro ir por las aceras"

Sus usuarios más veteranos reconocen que ha hecho de la capital aragonesa una ciudad muy distinta

Un usuario del Bizi en Zaragoza, en una imagen de archivo.

Un usuario del Bizi en Zaragoza, en una imagen de archivo. / Miguel Ángel Gracia

Alberto Arilla

Alberto Arilla

A Phileas Fog le costó 80 días dar la vuelta al mundo. El Bizi, en los 6.000 días que ha estado operativo, ha circulado por las vías zaragozanas como si estuviese dando 4.800 rodeos al globo terráqueo. Lanzado en 2008 para añadir a la transformación urbana por la Expo la transformación social por lo verde, en estos 16 años los ciclos rojos han llevado a cabo casi 31 millones de rutas y unos 61 millones de kilómetros.

«Antes se veía a muy poca gente en bici. Ahora hay una red mucho más amplia y vemos hasta raro ir por las aceras, como sucedía al principio». Son las palabras, en primera persona, del abonado número 23 del Bizi, Ignacio López, quien, tras haber vivido en otras ciudades europeas, echaba en falta un servicio así en la capital aragonesa... Hasta que se puso en marcha. «En todo este tiempo la he usado, sobre todo, para ir al trabajo. Moverse en bici es el medio más rápido en Zaragoza, así que seguiré siendo socio», prosigue.

Para ello, eso sí, tendrá que esperar más de dos meses, hasta que en enero arranque el nuevo formato, con tintes eléctricos. «Hay alternativas hasta entonces», dice sonriendo, mientras reconoce que el anterior modelo ya había quedado obsoleto. «Sobre todo, se echaba de menos el horario nocturno», concluye López, a quien el consistorio ha regalado un bono anual gratuito en homenaje a su fidelidad.

Un compromiso con la bicicleta pública que también tendrá su recompensa para otros usuarios ilustres... o sus familiares. Es el caso de Silvia Lapuerta y de su hija, que disfrutarán de la anualidad gratuita gracias a la fidelidad de su suegro y abuelo, respectivamente, ahora nonagenario y abonado aún hoy, pese a que la edad ya le impide usar la Bizi como antes. «Era muy ciclista y la estuvo empleando hasta hace muy poco», añade.

La huella de las 'bizis'

«El espíritu será el mismo», decía en la rueda de prensa de despedida la concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes. Mismo espíritu pero actualizado, desde el diseño del nuevo ciclo, eléctrico y turquesa, en un «guiño a lo ecológico», hasta el logo elegido, realizado por la misma diseñadora que hace 16 años. «En 2008 se buscaba una imagen que transmitiese cercanía, por eso se simuló que estaba hecha a mano. Ahora se pretende transmitir modernidad, y darle importancia al símbolo del on, presente en una de las dos ruedas y que denota electricidad», explica Grau.

Y es que 4.800 vueltas al mundo son mucho tiempo para pensar. Las bizis que no han dicho su última palabra, que pronunciarán en países donde serán recicladas. Aunque, aquí, ya han dejado huella, logrando aparcar, nunca mejor dicho, las discrepancias ideológicas por un día, como demostró Gaudes al no escatimar en elogios a sus predecesoras, Carmen Dueso (PSOE) y Teresa Artigas (ZeC). Y, de paso, le han ahorrado 6.719 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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