Testimonios

Hablan los comercios: "No concibo ser una dependienta con la cara larga. Soy alegre y feliz y por eso la gente me conoce"

Los comerciantes celebran el éxito del programa Volveremos

Pilar en si tienda Sederías Natalia.

Pilar en si tienda Sederías Natalia. / instagram

Iván Trigo

Iván Trigo

Zaragoza

Quien piense en las tiendas de barrio como negocios obsoletos y lúgubres es porque no conoce Sederías Natalia, un comercio situado en la calle Lasierra Purroy de Torrero y regentado, desde hace 24 años, por Pilar. En Instagram y TikTok cuenta con cientos de seguidores y sus vídeos tienen miles de visualizaciones. «Yo no concibo ser una dependienta con la cara larga. Soy alegre y feliz y por eso la gente me conoce», cuenta. Vende todo tipo de lencería, ropa interior, mercería y también trajes regionales y sus pedidos llegan fuera de España.

Junto a la puerta de su establecimiento han colocado uno de los arcos pensados para mejorar la escena urbana del barrio. «A mí no me molesta, sirve para que se sienten los clientes. Pero es verdad que ni se vende más ni se vende menos», cuenta. En su opinión, lo que mejor está ayudando a los comercios pequeños a mejorar su ratio de ventas es el programa Volveremos. «Se generan colas impresionantes, estoy muy agradecida», dice.

Hasta Torrero también han llegado las campañas de dinamización impulsadas por el ayuntamiento. «Llevamos ya tres y en Navidad haremos la cuarta», apunta. «Por ejemplo, hacemos rascas que se reparten en los establecimientos con sorteos y descuentos. Estamos contentos con su funcionamiento», explica.

Según su experiencia, desde la pandemia, «la gente se ha dado cuenta de la importancia» de que pervivan las tiendas de los barrios. «Viene todo tipo de gente, no solo mayores. Tengo clientes de 80 años pero también vienen muchos jóvenes y cada vez más hombres, que antes parece que eran más pudorosos para venir y comprar ropa interior», detalla. En cuanto a sus demandas, opina que haría falta «más limpieza en las calles» y también más vigilancia. «El personal es marranete y lo deja todo por ahí. Te encuentras de todo fuera de los contenedores», lamenta esta comerciante, que heredó el negocio de su madre, Natalia, nombre de su tienda y también con el que le conoce a ella todo el mundo.

En este barrio del sur de Zaragoza, que cuenta con casi 40.000 habitantes, la mayoría de las tiendas se establecen en los alrededores de las calles Fray Julián Garcés, Lasierra Purroy y la avenida América. Se trata de pequeño comercio asociado al consumo de proximidad que, según analizaba el plan local de comercio, «no es foco de atracción» para los vecinos de otros distritos. Entre sus puntos débiles están el «escaso mobiliario y la iluminación».

Así, este plan ahora ya casi olvidado, preveía intervenir en los principales ejes del barrio para hacerlos más accesibles y amables para los viandantes. Pero tras haberse colocado los pórticos en las zonas de acceso al barrio ya no se prevén nuevas acciones desde el punto de vista urbanístico. 

«Hacemos mucho esfuerzo para estar al día»

Las Fuentes es uno de los barrios populares más grandes de la ciudad y cuenta con un tejido comercial mermado pero no derrotado. «Cada vez hay menos locales, sí, pero la gente ha devuelto su confianza a los negocios de los barrios y creo que estamos consiguiendo revertir las tendencias», explica Aurora Sánchez, de la asociación Yo Compro en Las Fuentes.

En su opinión, el que fuera una de las promesas estrella lanzadas desde el área de Economía en el mandato anterior, el plan de comercio local, «ha quedado eclipsado por el éxito de Volveremos». «Eso es lo que realmente ha funcionado muy bien y de verdad nos está ayudando», explica Sánchez, que alaba también otras medidas que sí que se están llevando a cabo impulsadas por el ayuntamiento, como las dinamizaciones en los comercios de los barrios.

Un cartel en una tienda de Las Fuentes informa sobre una campaña de dinamización.

Un cartel en una tienda de Las Fuentes informa sobre una campaña de dinamización. / Servicio especial

«Desde el año pasado hemos estado en conversaciones con el ayuntamiento para realizar estas campañas de dinamización», explica. Estas acciones consisten en días o semanas especiales en las que las tiendas de todo el barrio se coordinan para ofrecer descuentos, realizar sorteos y concursos, decorar sus tiendas de una manera concreta. «El próximo día 18, por ejemplo, tendremos un día especial de ventas», avanza Sánchez.

No obstante, opina que todas estas actuaciones «no son suficientes, aunque sí un comienzo». «Sigue haciendo falta más limpieza y más civismo», dice, y pide también un mayor esfuerzo inversor en ornamentación navideña. «El centro está precioso, no lo critico ni mucho menos, pero Zaragoza no es solo el centro. Hace falta más dinero para los barrios», argumenta. «Los comerciantes están haciendo mucho esfuerzo en ponerse al día y eso debe tenerse en cuenta», pide.

En el caso de Las Fuentes, el plan de comercio local aprobado por el Ayuntamiento de Zaragoza en 2021 preveía intervenir en las manzanas comprendidas entre Doctor Iranzo, Monasterio de Siresa, Salvador Minguijón y Compromiso de Caspe. En toda esta zona se pretendían ejecutar inversiones para mejorar la escena urbana y facilitar los repartos, el aparcamiento y la accesibilidad, además de mejorar la conexión peatonal de este barrio con las riberas y el paseo Echegaray. A pesar de las buenas intenciones, Sánchez opina que este planteamiento hubiera resultado «injusto», puesto que en Las Fuentes el comercio no se agrupa en una única zona o calle, sino que está diseminado por todo el barrio.

«No puede ser que se arregle una calle para ayudar al comercio y otra donde también hay tienda se deje sin tocar», explica esta representante del comercio en Las Fuentes. 

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