El local emblemático de Zaragoza con 26 tipos diferentes de tortillas continúa abierto con sus nuevos dueños

La tortilla es sin duda uno de los platos más populares en España. Es un plato tan simple como sabroso, que se puede cocinar en menos 5 minutos y se presta a múltiples combinaciones, entre ellas, la internacionalmente conocida tortilla de patatas. No es de extrañar que El Museo de la Tortilla decidiera covertir este manjar en su sello de identidad hace ya 36 años.

El Museo de la Tortilla es ahora uno de los establecimientos más emblemáticos de Zaragoza, por lo que el pasado verano cundió el pánico con la noticia de que su dueño, Luis Navarro, iba a jubilarse. Parecía el final de la historia del local, pero no fue así. El 30 de junio de 2024, Navarro cerró las puertas de El Museo de la Tortilla por última vez, pero el mismo 1 de julio estas se volvieron a abrir de la mano de Óscar Cayetano Dionis y su esposa Mari Carmen Muñoz.

Viejos conocidos de Navarro, los también dueños del Pub Traste Karaoke han sabido mantener la esencia del local. La tortilla sigue siendo la marca de la casa, con múltiples variedadades para todos los gustos. Destacan la tortilla de oreja, la de sesos, la de bacalao y la delicatessen (carne picada, boletus y foie). También sirven sus clásicas ensaladas, tablas de curados y, como no podía ser de otra manera, sus anchoas escala tamaño XXL.

Recientemente han añadido a la carta un nuevo tipo de tortilla, ampliando a 26 el número de variedades disponibles. Se trata de una tortilla de carrillera al vino tinto que, afirman, ha tenido una buena acogida entre los clientes. Confían en poder sacar otra más a comienzos del año que viene.

No obstante, aseguran que este es el único cambio. El equipo de cocina es el mismo, así como la localización y el mobiliario. Confiesan que fue una petición del propio Navarro, que "quería que hubiera continuidad". "Muchos no saben que El Museo de la Tortilla sigue abierto", cuentan, "hay gente que cuando se entera nos lo agradece". Para ellos, ese es motivo más que suficiente para seguir velando por la esencia del local.