Contracrónica | Abrazos nuevos para coser el PSOE
La soledad de Darío Villagrasa al anunciar su renuncia como candidato contrasta con la euforia del centenar de cargos y militantes que abrazaron, besaron y felicitaron a Pilar Alegría

La portavoz Lola Ranera se abraza a Pilar Alegría, a su llegada a la sede del PSOE de Aragón. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA
Un chispazo, una corriente de ilusión, una euforia apenas contenida acompañó a Pilar Alegría en el día en el que registró su candidatura para ser la próxima secretaria general del PSOE Aragón. El hall de la sede de Conde Aranda 138 se quedó pequeño para todos aquellos que querían arropar a la ministra de Educación y portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez en su regreso a la política aragonesa.
Los había que llevaban esperando este momento años. Otros llegaron a la cita en el tiempo de descuento y se encargaron de ponerse guapos para la foto. Pero todos compartieron abrazos y besos con la nueva líder del partido. Ninguno recibió a Darío Villagrasa, el aspirante retirado, que anunció en la soledad más absoluta que dejaba la carrera para buscar la «unidad» en el partido tras intentar la gesta de ser el único aspirante del país en enfrentarse a un ministro de Sánchez.
Los de siempre y los de ahora
Corren tiempos de cambio y la sede se llenó de caras de siempre y de nuevas caras. De los que un día estuvieron con Javier Lambán y dejaron de estarlo; de quienes han sido alcaldes sanchistas a la sombra del poder; de los concejales que apostaron por Alegría cuando ni la federación zaragozana ni la aragonesa lo hacían. Y de quienes estuvieron con Lambán hasta ayer, pero desde ayer quieren estar con Alegría.

Pilar Alegría con Fernando Beltrán. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA
La lista de nombres propios que acompañaron a Alegría es larga. En primera fila destacaron Carmen Dueso, la única diputada autonómica presente ayer, quien fuera su rival en las primarias a la Alcaldía de Zaragoza en 2019 y que le dio el apoyo de su agrupación Norte, la más numerosa de Zaragoza, abriendo la espita del cambio en la capital aragonesa. Florencio García Madrigal, su otro contrincante en 2019, la acompañó incluso en el paseíllo a la sede. Fernando Gimeno, exconsejero con Lambán y exvicealcalde con Belloch, no faltó a la cita. Ni las concejalas Ros Cihuelo y Ana Becerril, sanchistas reconocidas cuando no lo era nadie. Allí se encontraron con quienes, casi hasta ayer, tenían enfrente en el grupo municipal, su portavoz, Lola Ranera, y los ediles Alfonso Gómez Gámez y Paco Galán.
Alcaldes y excaldes
Alcaldes y exalcaldes de las tres provincias la arroparon. Jesús Morales (Quinto de Ebro), María Ariño (Mas de las Matas), Antonio Biescas (Ayerbe), Manoli Berges (Pedrola), Eduardo Arilla (Borja), Marta Gracia (La Almunia), Marta Gimeno (Alpartir), Joaquín Noé (Ariño), Silvia Salazar y José María Romante (Huesca), Abraham Martínez (Caspe), Joaquín Gimeno (Fuendetodos)... Muchos coincidieron con Alegría en que «había ganas» de cambio. El partido ya trabaja en su reconstrucción. Pero harán falta muchos abrazos para coser la unidad del PSOE.
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