Desde la Quinta Avenida hasta el palacio de Versalles pasando por La Giralda: los cirujanos del Pilar tienen experiencia
La empresa Kalam ha sido la elegida por el Cabildo para llevar a cabo la restauración de las torres

Operarios, ayer, colocando los andamios en una de las torres. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA
La semana pasada comenzaron a llegar a la plaza del Pilar los andamios que, en las próximas semanas, cubrirán dos de las cuatro torres de la basílica para proceder a su restauración. La empresa que se va a hacer cargo de los trabajos es Kalam, especializada en rehabilitaciones integrales y que está acostumbrada a trabajar en proyectos de gran envergadura con joyas del patrimonio español e internacional. Antes de meter mano en el templo pilarista, los técnicos de esta compañía han ayudado a recuperar emblemas tan conocidos como La Giralda de Sevilla y el palacio de Versalles en París, entre otras de una larga lista.
«Cada proyecto es un mundo, pero en edificios de este tipo uno de los retos más importantes es el logístico, porque son bienes que suelen estar situados en centros urbanos, que son entornos masificados en muchos casos, con calles pequeñas a su alrededor, que no son las mejores condiciones para llevar a cabo obras de gran envergadura, por eso es tan importante la experiencia y por eso confían en nosotros nuestros clientes», explica n desde la empresa.
En proyectos de este tipo, que en muchos casos suponen ocultar bajo los andamios durante meses lo que son edificios convertidos en símbolos, como es el caso del Pilar, la rapidez en la intervención debe combinarse con la calidad de la misma. «No es incompatible pero no se puede escatimar en el tiempo que es necesario para realizar una correcta intervención», añaden. La «clave» es contar con «equipos especializados» acostumbrados a este tipo de proyectos. «Se puede tratar de agilizar la fase de planificación y la logística previa a la obra y para eso la experiencia es muy importante. Pero hay que tener en cuenta en todo momento de que se trata de bienes únicos que necesitan de una labor muy especializada», insisten.
Esta compañía nació hace 40 años y en su haber está haber trabajado en proyectos que han ayudado a restaurar edificios de la talla del alcázar de Segovia, el edificio Metrópolis de Madrid, el Círculo de Bellas Artes, también en la capital española, la catedral de Sevilla, donde llevan ya 9 años trabajando... «Tenemos clientes tanto públicos como privados y la Iglesia –como es el caso de Zaragoza– es uno muy relevante», explican. La experiencia con el «rico» patrimonio con el que cuenta España les ha abierto también las puertas del mercado internacional. Han intervenido en multitud de edificios históricos en Chile pero también en Portugal, Italia, Angola y Francia. En EEUU ahora mismo están trabajando en una obra de un edificio en la Quinta Avenida de Nueva York.
Casa del Labrador
Asimismo, Kalam trata de servirse de proveedores patrios para sus intervenciones fuera de nuestras fronteras. En Madison, Wisconsin, la empresa tuvo que restaurar un pabellón típico tailandés cuya cubierta estaba en muy mal estado. «Las réplicas de las tejas cerámicas las compramos en Manises (Valencia)».
Las obras en edificios con tantos años de antigüedad son delicadas y por eso se toman siempre una serie de precauciones para asegurarse de que la maquinaria y el trabajo de los operarios no dañan estructuralmente los bienes. «En el palacio de Aranjuez estamos ahora mismo trabajando en la Casa del Labrador. Este era un edificio en el que ha habido que consolidar los cimientos y para ello hemos introducido en el subsuelo unos 500 pilotes hasta que hemos llegado a una capa sólida del terreno. Para evitar dañar el edificio en el proceso se han utilizado sistemas de monitorización y alerta que nos iban avisando en todo momento de posibles contratiempos y cambios en el palacio», desarrolla Gómez.
En el caso del Pilar, lo primero que se va a realizar es un análisis exhaustivo del estado de las dos torres que dan a la plaza. Estas ya se han inspeccionado con drones y grúas, pero cuando se coloquen los andamios los técnicos podrán comprobar, centímetro a centímetro, cómo se encuentran los elementos decorativos y las molduras.
A falta de conocer todos los detalles, se sabe ya que será necesario intervenir en las cornisas de las torres, desde las que en los últimos años se han desprendido tres cascotes. También se limpiará el interior de las estructuras y se colocarán sistemas que impidan su entrada a las torres a las palomas, puesto que su presencia y sus deposiciones han dañado mucho el edificio.
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