El cierre y traslado de la biblioteca Cervantes a la plaza de La Romareda enfada a los vecinos

El ayuntamiento alega que abrirá una nueva con mejores instalaciones «a tan solo» 10 minutos

Puerta de acceso a la biblioteca Cervantes dela calle Santa Teresa.

Puerta de acceso a la biblioteca Cervantes dela calle Santa Teresa. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Iván Trigo

Iván Trigo

El traslado de la biblioteca Cervantes, la más antigua de la red municipal del Ayuntamiento de Zaragoza, no ha gustado a todos los vecinos del entorno de la calle Santa Teresa de Jesús, que consideran que saldrán perdiendo con el cambio. Desde el consistorio recuerdan que la nueva va a abrir a tan solo «diez minutos andando» y supondrá una mejora importante de unas instalaciones que se habían quedado obsoletas y que no contaban ni con aire acondicionado.

La biblioteca Cervantes, situada en la esquina de la calle Santa Teresa con Luis Vives, abrió sus puertas en 1947. Apenas contaba con 18 puestos de lectura incluyendo todas las zonas, pero daba servicio a los vecinos de una zona de la ciudad «con muchos colegios». Los padres del Basilio Paraíso han iniciado una campaña de presentación de quejas en la web municipal para pedir que no se cierre el centro.

La biblioteca, no obstante, «no se cierra, sino que se traslada». La nueva abrirá sus puertas dentro de poco tiempo en el antiguo Espacio Bebé, en uno de los quioscos de la plaza Eduardo Ibarra, frente a La Romareda. «Nos parece muy bien que abran una nueva biblioteca, pero es que aunque no esté lejos, va a dar servicio a los vecinos de otro barrio. Con la cantidad de dinero que se están gastando en otros proyectos, como el del estadio de fútbol, no me creo que no sean capaces de mantener esta biblioteca abierta», explica una vecina de la zona.

Y es que no solo es el servicio que daba la biblioteca como tal, sino también «la vida» que daba al barrio. «En todo este entorno hay un montón de locales vacíos y el cierre de la biblioteca supondrá que aún pase menos gente por estas calles, lo que es perjudicial también para los comerciantes», apunta esta misma vecina, que prefiere permanecer en el anonimato.

«Hay muy pocas opciones de ocio en esta zona y si cierran la biblioteca habrá una menos. Además era un sitio al que mucha gente tenía mucho cariño», explica. La polémica ha saltado también a las redes sociales. El perfil Zaragoza Despierta acumula más de 500 me gustas en una publicación de Instagram en el que denuncian este cierre.

No obstante, desde el ayuntamiento insisten en que el traslado supondrá una mejora importante de las instalaciones de esta biblioteca, que contará además con nuevas tecnologías y con libros adaptados para personas invidentes. Además, inciden en que la mudanza se hará en pocos días, por lo que apenas habrá incidencia en el servicio que se presta.

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