Zaragoza ‘copia’ a Madrid y sacará los patinetes de alquiler de sus calles

Los patinetes de las empresas Bird y Bolt desaparecerán de las calles de Zaragoza. Así lo anunció ayer la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, en una entrevista en Onda Cero en la que fue preguntada por la muerte esta semana de una persona que había sido arrollada previamente por un vehículo de este tipo en el paseo Independencia. «Es un medio de transporte con mucho riesgo», afirmó la regidora. No obstante, el atropello se produjo con un patinete privado, no de estas compañías.

Así, según confirmaron después fuentes municipales, el ayuntamiento no prorrogará la concesión demanial con la que funcionan estas dos empresas de alquiler de patinetes por minutos. Este permiso que les autoriza para utilizar el espacio público caduca en junio, aunque cabía la posibilidad de conceder un año extra, algo que parece que no se ya hará.

La decisión ha pillado a muchos por sorpresa. En menos de seis meses las calles tendrán de despejarse de estos aparatos como ya ha ocurrido en otras grandes ciudades como Madrid y París. Sí que podrán seguir circulando los vehículos de movilidad personal privados de cada persona. Según datos del Ayuntamiento de Zaragoza, Bolt estaba operando en la capital aragonesa con 600 patinetes y Bird tenía 300.

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Esta despedida se producirá pocos meses después de que dejen de operar en la ciudad los triciclos de Minits. El pasado mes de diciembre, la concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes, ya avanzó que tampoco se iba a prorrogar el permiso para esta empresa debido a los pocos usos que registran cada día teniendo en cuenta además que su llegada supuso la desaparición de algunas plazas de aparcamiento en los barrios de la ciudad.

Así, cuando desaparezcan estas tres empresas, en Zaragoza ya solo quedarán en cuanto a movilidad compartida las motos de Yego (que registran entre dos y tres usos por vehículo y día) y las nuevas bizis, que llegaron a la ciudad hace tres semanas y han experimentado un crecimiento exponencial de usuarios en comparación con el anterior servicio público de bicicletas. 

Avalancha de empresas

El historial de las empresas de patinetes en Zaragoza, como otras muchas ciudades, ha sido la viva imagen del caos. Los primeros de estos vehículos llegaron a la ciudad a finales de 2018. La primera compañía en llegar fue Lime. Luego les llegó el turno a Voi, Tier y Koko. Y más tarde a Ufo. Entonces no existía regulación alguna. Las empresas llegaban, desplegaban su flota y cobraban por minuto al precio que cada una consideraba. El desorden se apoderó de un mercado que también provocó quejas y malestar, ya que al principio, debido a la novedad que suponían este tipo de vehículos, no constaban en los reglamentos de la DGT, por lo que podían circular por las aceras sin temor a multas.

Poco a poco la situación se fue regulando y el Gobierno de ZeC limitó a dos el número de empresas de patinetes que podían operar al mismo tiempo a través de una licencia para operar. Así, en mayo de 2019 quedaron dos marcas en Zaragoza: Reby y Koko.

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Ya con el PP al frente del ayuntamiento se lanzó un concurso público para gestionar este tipo de servicios. Resultaron ganadoras las empresas Bolt y, de nuevo, Reby, que siguió así operando. La primera de estas dos compañías desplegó su flota en verano de 2022. Poco después, en marzo de 2023, el ayuntamiento revocó la licencia a Reby por no cumplir las condiciones establecidas en los pliegos y Bolt se quedó como única empresa en Zaragoza hasta marzo del año pasado, cuando llegó Bird, que trajo una novedad importante: los patinetes llevaban casco incorporado.

Esa fue la última pugna entre el consistorio y estas empresas. Desde septiembre, el uso del casco es obligatorio para los usuarios de patinetes, una medida contra la que alegó, sin éxito, Bolt. Ahora poco importan ya esas diferencias de opinión: el ayuntamiento no les renovará la licencia. Aunque se espera una reacción por parte de alguna de estas compañías.