Casa Agustín, la centenaria cervecería de Zaragoza que busca relevo

Este bar del barrio de Delicias se fundó en 1905 y busca un traspaso por la enorme sobrecarga de trabajo

Si hay algo que realmente tiene éxito en Zaragoza dentro del mundo de la hostelería son los bares de tapas y raciones. Estos lugares, a los que la gente va con amigos o familiares a tomar un aperitivo en vez de un menú, cada vez están más de moda en la capital aragonesa.

Además, la demanda de este formato de bar entre los zaragozanos es enorme. Tanto, que en ocasiones los hosteleros no dan abasto para sobrellevar la carga de trabajo que supone tener tanta clientela a todas horas. Es por ello que muchos se ven obligados a buscar un relevo al mando del establecimiento para volver a tener una jornada laboral soportable.

Este es el caso de la cervecería Casa Agustín, un centenario bar de tapas de la calle Don Pedro de Luna que vive sus más de 12 horas de servicio diarias abarrotado de clientes. Los dueños de esta cervecería, fundada en 1905, publicaron el pasado 4 de enero un vídeo en su cuenta de Instagram anunciando que buscaban relevo.

Casa Agustín, la centenaria cervecería de Zaragoza que busca relevo

Casa Agustín, la centenaria cervecería de Zaragoza que busca relevo / CASA AGUSTÍN

Desde los 18 años en la hostelería

María José Sebastián y Eduardo Casamián se hicieron cargo de este bar del zaragozano barrio de Delicias en 2018, aunque Eduardo ya lleva 22 años como encargado incluyendo la etapa con la dirección anterior. María José, por su parte, a sus 53 años, admite que quiere respirar un poco después de una vida dedicada al negocio: “Yo llevo desde los 18 años en la hostelería, a los 20 tuve mi primer negocio propio”.

Ahora, tras haberse recuperado de las dificultades que provocó la pandemia y a causa de algunos problemas médicos que afectan a Eduardo, han decidido que ya es hora de tomárselo con más calma: “Queremos aflojar, salimos a 80 horas semanales”, explica María José. Aunque la intención de traspasar el bar no ha surgido en este 2025: “Llevamos dos años con esta idea. Pero lo llevábamos de forma más discreta”. Tras dos años decidieron anunciar la noticia en redes sociales y, actualmente, ya se encuentran “en negociaciones con un posible comprador”.

El bar no se cierra

Tal y como explica María José, su intención con este traspaso es que entre una dirección nueva para disminuir las horas de trabajo que hace actualmente, pero manteniendo a la plantilla que hay ahora: “Somos cinco. Toda la plantilla continuaría trabajando, a excepción de mi marido”. Además, comenta lo difícil que resulta en este negocio y en otros encontrar nuevos trabajadores: “No hay gente profesional y cualificada. Es muy estresante”.

No obstante, María José aclara que la única posibilidad que se plantean es el traspaso del bar y que, pese a todas las dificultades, en ningún momento han pensado en cerrarlo: “El bar no se cierra, nos ha costado mucho trabajo llegar has aquí. Estamos cerrando dos días más a la semana para poder descansar un poco”.

Anchoas en salmuera y museo de Ambar

El motivo por el que las jornadas son tan largas, y la carga de trabajo es tan grande, es el volumen de clientes que atraen al bar sus tapas. De entre una gran cantidad de raciones disponibles, hay una tapa en concreto que triunfa por delante del resto: “Nuestra especialidad son las anchoas en salmuera. Somos de los pocos bares que quedan que aún limpian anchoas. También somos museo de Ambar”, comenta María José.

Tracking Pixel Contents