El Gol Sur de La Romareda inicia su reconstrucción

Este lunes se ha empezado con el acopio de materiales y el inicio de las obras propiamente dichas llegará en los próximos días

Maquinaria en el Gol Sur de La Romareda, este lunes.

Maquinaria en el Gol Sur de La Romareda, este lunes. / Miguel Ángel Gracia

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

La nueva Romareda sigue cumpliendo, paso a paso, con los plazos previstos para ser una realidad en el verano de 2027. Este lunes, de hecho, ha dado uno más, con el inicio de los trabajos de reconstrucción del Gol Sur, el único graderío demolido hasta el momento. En concreto, se ha comenzado con el acopio de materiales y el traslado de la maquinaria pertinente a la zona para, en los próximos días, dar paso a las obras propiamente dichas. Esta fase, la 1B, consistirá en la construcción del nuevo Gol Sur, cuyo esqueleto será visible ya cuando culmine la presente temporada en el mes de junio.

Se trata de los trabajos más importantes de los adjudicados hasta la fecha, tras concluir en tiempo y coste la primera fase de los mismos, ejecutada por OHLA y Deltapunt por 3,1 millones de euros. Ahora, se procederá a la reconstrucción de dicho graderío de forma inminente y, a partir de verano, se demolerán las otras tres gradas para ser levantadas de nuevo posteriormente. La diferencia radicará en que ya no se tendrá que compaginar fútbol y obras, debido a que el Real Zaragoza se va a mudar durante las dos próximas temporadas al estadio modular del Parking Norte de la Expo, que también está ya en proceso de construcción.

De vuelta al vetusto estadio, las obras que ahora van a dar comienzo, unidas a las posteriores, fueron adjudicadas por 124,5 millones de euros a la UTE (unión temporal de empresas) formada por OHLA, que también ha desarrollado la primera fase, y Altuna y Uria. Una oferta que ofrecía tanto una baja en el coste económico, de casi un 10% (en principio, se licitó por 138 millones), como en los plazos, comprometiéndose a culminar el estadio 13 semanas antes de lo estipulado en el contrato inicial, para el verano de 2027.

Estas circunstancias le van a permitir a la capital aragonesa asentar su candidatura mundialista, ya que, pese a que fue una de las sedes preconfirmadas el pasado 11 de diciembre por la FIFA, esta aún debe ratificar las ciudades anfitrionas, lo que no sucederá hasta después del próximo Mundial de 2026. Y, en medio de esta situación, el nuevo presidente de la RFEF, Rafael Louzán, conocerá de primera mano el desarrollo de las obras de la futura Romareda, en una visita institucional -la primera que hace a una sede desde que fue elegido presidente a finales de 2024- en la que se reunirá con la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, este mismo martes.

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