Un ‘sí’ con varios ‘peros’: la opinión de los vecinos ante la reforma del parque del Tío Jorge

La asociación de vecinos del Arrabal se muestra satisfecha con el anuncio de las obras en el parque del Tío Jorge, pero lamenta que puedan aumentar los plazos de la reforma

Una fuente vallada en el parque.

Una fuente vallada en el parque. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Iván Trigo

Iván Trigo

Zaragoza

Un breve paseo por el parque de Tío Jorge hace evidente la necesidad de su reforma. Las zonas de praderas están llenas de calvas y el verde parece que hace tiempo que ha desaparecido. Hay fuentes valladas que no funcionan. Bancos rotos. Mesas sucias. Caminos llenos de baches. Pistas deportivas que adolecen por la falta de mantenimiento. Tocones que dan cuenta de los árboles del parque que han desaparecido. Farolas que iluminan más bien poco. Y papeleras roídas por el óxido.

Por todo esto, el anuncio que hizo el pasado lunes la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha contentado a los vecinos. El ayuntamiento invertirá en la reforma de esta zona verde, la más importante de toda la margen izquierda de la ciudad, unos 7 millones de euros, una cantidad nada desdeñable y que servirá para transformar el Tío Jorge de norte a sur y de este a oeste. Las obras comenzarán en octubre con la reposición de un colector de aguas pluviales y residuales, pero no terminarán hasta dentro de «tres o cuatro años».

«Las inversiones son siempre una buena noticia, pero los plazos no son los que dijeron en un inicio. De tres años hemos pasado ya a cuatro», reclama el presidente de la asociación de vecinos del Arrabal, Rafael Tejedor, que lamenta también la falta de información que han recibido en los últimos meses. «La última vez que nos reunimos con el ayuntamiento por este proyecto fue hace un año y medio y desde entonces no sabíamos nada. Es verdad que se han incorporado muchas peticiones vecinales, pero hay otras cosas que necesitamos que nos expliquen», dice.

Entre esas cosas están, por ejemplo, la inclusión en el proyecto de una pista de béisbol «que nadie ha pedido». «Uno de los principales problemas del parque ahora mismo es la iluminación y de momento no han mencionado nada. Imaginamos que está contemplado, pero queremos que nos lo aseguren. Y, sobre todo, hacen falta más árboles», dice Tejedor.

En el proyecto presentado por Chueca se incluyen nuevas zonas boscosas y también la creación de unos graderíos naturales «que queremos que nos expliquen».

Tanque de tormentas

Otra cuestión que suscita dudas a la asociación es que ya no vaya a hacer falta la construcción de un tanque de tormentas al renovar el colector de aguas pluviales y fecales. «La alcaldesa dijo que el problema se solucionaría al 80%. ¿Qué pasa con el otro 20? Cuando llueve mucho se inunda todo el entorno del parque de Bomberos de la calle Valle de Broto, lo que podría incluso dificultar la salida de vehículos en caso de emergencia», advierte el presidente de la asociación.

Ese tanque de tormentas, que es una infraestructura subterránea que almacena agua cuando precipita de forma torrencial para evitar que las calles se inunden, estaría valorado en 6 millones. «Nos tienen que dar argumentos técnicos de por qué ya no será necesario», pide Rafael Tejedor.

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