El ‘juepincho’ vive sus horas más bajas en Zaragoza ante la caída de la clientela

Una década después de su inicio pocos son los bares que mantienen las ofertas y los hosteleros buscan nuevas alternativas

Varios jóvenes disfrutan de unas tapas en el 'juepincho' de Zaragoza.

Varios jóvenes disfrutan de unas tapas en el 'juepincho' de Zaragoza. / IVÁN ANADÓN

Romane Moreau

Hace una década que empezó a ponerse de moda el juepincho en Zaragoza. Comenzó tímidamente, en algunas calles de La Magdalena, con Heroismo a la cabeza, y pronto se propagó a más zonas de la ciudad. Diez años después, y tras un éxito incuestionable, la tapa y la caña del jueves a un precio suculento ha perdido interés y apenas quedan un puñado de bares que mantienen su oferta. 

Varios son los motivos que han llevado al declive de esta moda. Desde la pandemia hasta el auge del tardeo. En resumen, el cambio en los hábitos de los zaragozanos está obligando, una vez más, al sector de la hostelería a adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes, que demandan cosas nuevas y distintas.

Aun así, el juepincho no ha desaparecido y aún quedan bares que mantienen las ofertas de los jueves. Según recuerda María, propietaria de La Casa de Castilla y León, en su momento permitió dar a conocer una calle poco transitada como la de Heroismo, «una zona que estaba un poco muerta» por aquel entonces y que acabó llenándose durante las tardes-noches de los jueves. 

Terrazas llenas en La Magadlena, este jueves.

Terrazas llenas en La Magadlena, este jueves. / IVÁN ANADÓN

Esta iniciativa nació de la unión de varios bares de la zona de La Magdalena, explica Sergio, del bar Garapitero, que defiende la idea de ofrecer una oportunidad de ocio a un precio asequible y en una zona céntrica. 

Una década después, los bares constatan que el número de clientes, la mayoría jóvenes, «ha bajado muchísimo». Esta es la impresión de Sergio, que explica que este fenómeno se explica por culpa de varios factores, uno de los principales: la pandemia. «Las crisis sanitaria mató a esta zona», asegura María, que explica que muchos abandonaron las ofertas del juepincho por razones económicas. «Ya no es lo que era antes», resume. 

Y mientras la tapa y la caña del jueves pierde fuerza, el tardeo la gana y cada vez son más los bares que se han sumado a esta iniciativa de adelantar la hora de fiesta y que, en un principio, estaba dirigida a un público más adulto. 

Sin embargo, algunos bares de La Magdalena siguen apostando por el ocio de los jueves. Los precios que ofrecen los locales son de los más variados, y uno puede encontrar su tapa y caña desde los dos euros. Todo depende, claro está, de la oferta y de la zona de la ciudad ya que el juepincho, aunque nació en la calle Heroismo, se extendió a prácticamente todos los barrios de la capital aragonesa.

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