Crónica de unos pliegos tortuosos: Un camino con muchos baches para el bus de Zaragoza

La nueva contrata, a punto de salir a licitación, ha dejado por el camino una polémica prórroga, un mandato judicial y varias protestas vecinales relativas a los cambios que se van a introducir

La concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes, este martes, antes de dar a conocer las nuevas rutas del bus.

La concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes, este martes, antes de dar a conocer las nuevas rutas del bus. / Miguel Ángel Gracia

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

2027. Ese es el año marcado en rojo en el calendario para la mayoría de los proyectos estratégicos que la alcaldesa Natalia Chueca ha ido presentando en el tiempo que lleva al frente del consistorio. Y ese será el curso en el que, previsiblemente, tal y como afirmó ayer la concejala de Movilidad –cartera que Chueca ocupó durante la legislatura pasada–, Tatiana Gaudes, se pondrá en marcha la nueva contrata del bus, que lleva gestionando la empresa Avanza desde 2013... y que caducó en primera instancia en 2023. Ese fue el primer bache que tuvieron que sortear los nuevos pliegos, que fueron prorrogados cuatro años más en una decisión polémica que derivó en una comisión de investigación, que si bien concluyó que el procedimiento había sido «legal», dio un tirón de orejas a la nueva alcaldesa porque, a juicio de la oposición (PSOE, Vox y ZeC), "mintió" en su etapa al frente de Movilidad al decir que "renovaría" la contrata.

Una vez superada esta circunstancia, en marzo del pasado 2024 llegó el segundo bache. En un auto fechado el día 6, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) dio seis meses al consistorio para redactar los futuros pliegos, cuestión que invalidaba, aunque no anulaba, la prórroga con Avanza de cuatro años, ya que el TSJA había decretado en una sentencia previa de 2021 –relativa a dos artículos denunciados por la cooperativa de trabajadores (SCUT) que se presentó al concurso en 2013, con Belloch de alcalde, que ya se han modificado en los nuevos pliegos– que la concesión acababa en 2023 y que entonces se debían redactar las condiciones de la posterior contrata.

Ante este mandato judicial, el ayuntamiento pidió diez meses extra y, finalmente, se le concedieron seis. Es decir, el TSJA dio al consistorio un plazo de un año para comenzar la licitación de los nuevos pliegos. Es por ello que hace un par de semanas el área de Movilidad ya elevó al tribunal la parte jurídica y técnica del contrato, ya con los artículos denunciados por el SCUT modificados. Fue una primera muestra de que el proceso se iba a concluir en tiempo y forma, aunque el recorrido ha seguido encontrándose baches extra hasta llegar a este punto, ya con las nuevas rutas definidas. 

Primero, llegó a oídos de los vecinos de Valdefierro la intención del consistorio de eliminar la línea 24, la más usada de Zaragoza y la que da, principalmente, servicio al barrio. Una cuestión en la que subyacía un trasfondo sentimental, ya que el cómo consiguió Valdefierro el transporte público para el barrio bien merece un remake de la premiada película de El 47. Tras casi dos meses de protestas y momentos desagradables, en enero se alcanzó un acuerdo con los vecinos. 

A esta polémica le siguieron otras, en menor intensidad, como la última del 41 en Rosales del Canal y Montecanal, quienes sí hicieron su propia versión del filme de Marcel Barrena para mostrar su desacuerdo, en un cambio que, a diferencia de en Valdefierro, no se ha llevado a cabo. Ahora, por fin, los pliegos ya rozan su destino, la plataforma de contratación pública, desde donde iniciarán un nuevo recorrido... y veremos si lo hacen por una vía sin baches. Con la mayor contrata municipal de Zaragoza, nunca se sabe. 

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