Cierra el bar Mantis, un mítico del tardeo en Zaragoza tras 25 años: "Hay mucha competencia"

Eva Serrano ha tomado la difícil decisión después de vivir gran parte de su vida ligada a la hostelería: "25 años en este sector pasan factura"

Interior del local en la calle Mayor (14) de Zaragoza

Interior del local en la calle Mayor (14) de Zaragoza / Mantis Bar

La hostelería zaragozana se prepara para el cierre de otro bar en una de las calles más importantes de la ciudad. En los últimos meses, Zaragoza ha visto como bares y restaurantes emblemáticos ponían el candado para siempre por diferentes motivos, como la falta de clientes o la de relevo generacional.

En el n. º 14 de la calle Mayor de Zaragoza, se encuentra el Mantis Bar, un local mítico del tardeo célebre a la hora del vermut. Eva Serrano abrió este bar en el año 2000 y ahora, 25 años después, ha decidido bajar la persiana del Mantis permanentemente por, entre otras cosas, el factor económico: "Hay muchos motivos; el económico es uno de ellos".

Tal y como explica Eva, la creciente oferta de establecimientos dedicados al ocio han provocado un descenso en los ingresos de una gran cantidad de bares y restaurantes de la ciudad: "La hostelería en Zaragoza ha bajado bastante, pese a que nos cueste admitirlo". Esto, añade, es algo positivo para muchos zaragozanos, pese a que hace más difícil a los negocios mantenerse a flote: "Hay mucha competencia y me parece muy bien".

"Llevo años meditando la decisión"

La fecha que ha elegido la dueña del Mantis para el cierre definitivo del bar es el sábado 29 de marzo. El motivo por el que ha decidido avisar de este hecho con más de un mes de antelación es que no quería despedirse repentinamente: “No quería irme sin hacer una despedida. Que venga alguien y se lo encuentre cerrado”.

Esta decisión, anunciada con bastante anterioridad a la fecha de cierre, fue tomada tras todavía más tiempo de reflexión: “Llevo años meditando la decisión, pero más en firme desde noviembre”. Eva, quien seguirá al mando del local contiguo que heredó de sus padres ya jubilados, el Trujalico, ha vivido gran parte de su vida ligada a la hostelería: "25 años en este sector pasan factura", concluye.

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