Los conductores evitan el tráfico por el tercer cinturón y atajan por los barrios de Zaragoza
La circulación por el tercer y segundo anillo desciende tras años absorbiendo un gran volumen de coches
La intersección de Gómez Laguna con Vía Hispanidad sigue siendo la más conflictiva

Varios coches esperando a que el semáforo se ponga verde para retomar su camino. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA

En el área de Movilidad utilizan el siguiente símil para explicar lo que está sucediendo con el tráfico de Zaragoza. Salvando las distancias, ponen de ejemplo las esperas en las cajas de pago en un supermercado. Cuando una está saturada, con una larga fila de clientes, y se abre una nueva caja, esta acaba absorbiendo la mayoría de la clientela que antes esperaba en la otra fila, por lo que acaba, igualmente, saturada.
Podría decirse que ha sucedido algo similar en los cinturones de la capital aragonesa, que año a año han ido absorbiendo una parte importante del tráfico de la ciudad de manera que han dejado de ser la opción más rápida y han decidido volver a circular por los barrios, donde, parece, hay menos coches y tardan menos en sus desplazamientos. Sucede, sobre todo, en el tercer anillo.
Hace años que las ciudades trabajan con la idea de alejar a los coches del centro de las urbes y para conseguirlo hay que ofrecer alternativas a los conductores. Más allá del transporte público, los anillos se proyectaron y construyeron con el objetivo de descongestionar las vías principales de los barrios y reorganizar el tráfico, alejado del centro. Un objetivo cumplido porque eso es lo que se ha conseguido en una ciudad en la que, dicho sea de paso, se ha reducido el tráfico rodado un 3% en los últimos años.
1,7 millones de desplazamientos
Cada día se producen alrededor de 1,7 millones de desplazamientos por la capital de coches y furgonetas de reparto (20-23%), autobuses (20-23%), bicis y patinetes (6%) y peatones (50%). «Los conductores se desplazan siempre con la idea de optimizar su tiempo, aunque hagan más kilómetros», explican desde el área de Movilidad, dirigida por la concejala Tatiana Gaudes. Según los datos facilitados por el servicio, salvo la Z-40, en constante crecimiento al absorber la población flotante, en el resto de cinturones se ha ido reduciendo el tráfico poco a poco, entre un 2 y un 4% desde 2022.
20.000 coches diarios
Hasta ahora, pese a que optar por los anillos supone hacer más kilómetros, el tráfico era más fluido que por el centro o el interior de los barrios. De media y en su conjunto, registran unos 20.000 coches diarios, siendo la intersección de Gómez Laguna con Vía Hispanidad la que concentra el mayor volumen de coches al tratarse de una confluencia que absorbe y reparte los vehículos de los barrios de nueva creación, con el paso de hasta 80.000 diarios.
Atendiendo a los aforos de tráfico, el paso de coches por el tercer cinturón experimentó el año pasado un descenso del 2,4% respecto a 2023, y del 4,14% si se compara con el año 2022. Vía Hispanidad con Gómez Laguna y las entrada a la ciudad por San José (20.000 coches de media en ambos sentidos al día) y por la avenida Pirineos desde Huesca (21.000 de entrada a la capital y hasta 24.000 de salida cada día) son los puntos más transitados.
El camino más rápido
En porcentaje, la reducción no es muy elevada, matizan desde Movilidad, aunque sí hace intuir el comportamiento de los conductores, que vuelven a elegir las arterias principales de los barrios para sus desplazamientos. «Se ha producido un pequeño trasvase de los conductores que antes elegían los cinturones porque se circulaba de una forma más ágil», explican.
Sucede también en el segundo cinturón, la reducción del tráfico ronda el 1,8% y el primer anillo sube hasta el 4,5% si se compara con los datos de 2022. En este caso, la confluencia de María Agustín con Anselmo Clavé soporta un volumen de tráfico importante, con más de 28.000 vehículos al día en dirección plaza Europa. Además de Valle de Broto, arteria principal de distribución del tráfico desde la margen izquierda, el camino las Torres también reparte una importante carga de coches, con unos 30.000 al día.
«Los conductores buscan siempre el camino más rápido», insisten desde Movilidad, que admiten que el fomento del uso de los anillos ha provocado que haya más coches y que, por lo tanto, la circulación ya no sea tan fluida. Sin embargo, recalcan, sigue siendo la mejor opción porque permite recircular el tráfico del centro al exterior. Añaden, eso sí, que el comportamiento de los conductores varía siempre que aparece una obra en su camino. Sucede, por ejemplo, con las obras en la rotonda de la A-68, que han modificado la circulación en este tramo y sobrecargado el tercer cinturón en dirección a La Paz.
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