El Ayuntamiento de Zaragoza descarta ahora crear un carril de subida al centro por el Coso Bajo

El concejal de Urbanismo presentó el proyecto hace apenas dos semanas

Estado actual del Coso Bajo, que finalmente conservará su organización actual.

Estado actual del Coso Bajo, que finalmente conservará su organización actual. / CARLA GREENWOOD

Iván Trigo

Iván Trigo

Zaragoza

Hace apenas dos semanas, a mediados de este mes de marzo, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, presentó en rueda de prensa un proyecto de obras para reordenar el tráfico en el Coso Bajo y crear un carril de subida hacia el centro para buses y taxis. La intervención, valorada en un millón de euros, buscaba habilitar nuevas oportunidades para la movilidad en la capital aragonesa y para los recorridos del transporte público. Sin embargo, tan solo 14 días después, el Gobierno municipal ha descartado llevar a término estos cambios.

La explicación, confirman fuentes del Gobierno municipal, es que los cambios negociados con las asociaciones de vecinos de la ciudad en los últimos días para modificar los recorridos de las líneas de autobuses hacen innecesaria esta actuación en el Coso Bajo, puesto que ya no es necesario, tal y como se ha pactado entre el ayuntamiento y las entidades vecinales, que ningún bus circule por esta calle desde el paseo Echegaray en dirección al centro de la ciudad.

En un principio, la creación de un nuevo carril de subida hacia el centro formaba parte del plan de movilidad alternativo pensado para salvar las afecciones de la reforma integral del Coso y la plaza San Miguel. No obstante, cuando presentaron el proyecto de reordenación de los carriles del Coso Bajo, el Gobierno municipal informó de que este cambio se tornaría permanente en el tiempo, puesto que esto generaba un nuevo acceso al centro de la ciudad para el transporte público.

Por ahí subirían autobuses mientras duren las obras en el Coso entre plaza España y la calle Espartero, una reforma que obligará a cortar el tráfico en algún momento tanto en Don Jaime como en San Vicente de Paúl. Con la intervención en el Coso Bajo se eliminaba también una banda de aparcamiento y se iban a reubicar y renovar las luminarias.

Sin embargo, dados los cambios pactados con las asociaciones de vecinos en la red del transporte público, este carril de subida a través del Coso Bajo iba a quedar inutilizado, por lo que esa inversión prevista y presentada de casi un millón de euros ya no será necesaria. El proyecto, que acaba de salir a información pública -había entidades que ya habían anunciado que presentarían alegaciones- se guardará en un cajón. Las líneas seguirán circulando por San Vicente de Paúl, la calle Asalto y Don Jaime I.

Con este movimiento, el Gobierno municipal evita las especulaciones sobre la peatonalización de la calle Don Jaime I, una cuestión que el PP siempre ha negado pero que estos últimos cambios anunciados en el tráfico del centro de la ciudad habían resucitado. Permitir circular buses desde Echegaray hasta el Coso Bajo suponía crear una alternativa de paso para los buses que vienen desde El Rabal sin que estos tuvieran que pasar por el puente de Piedra -que los técnicos municipales han pedido peatonalizar en más de una ocasión pese al rechazo vecinal y político- y por Don Jaime I. Pero ahora no tendrán otra alternativa que seguir haciendo ese mismo trayecto.

Con el destierro de este proyecto en el Coso Bajo, el equipo de Chueca esquiva también comprometer los plazos de la reforma integral del Coso y la plaza San Miguel, una macrointervención urbanística que quiere lanzarse a finales de este año y cuyo plazo de ejecución es de 17 meses. Un año y medio en el que las afecciones al tráfico en el centro de la ciudad están aseguradas, se cree o no se cree un nuevo carril en el Coso Bajo.

Esas afecciones son las que han provocado una reacción por parte de los vecinos y comerciantes de la zona. Según ha podido saber este diario, se han presentado alegaciones contra los planes de reforma integral del Coso y la plaza San Miguel. Entre otras cosas, piden que el inicio de los trabajos se retrase a enero de 2026 para evitar que las obras coincidan con la campaña de ventas de Navidad.

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