Continúa la tramitación de la licencia del quiosco de Forcén en el parque Pignatelli: no hace falta el visto bueno de Patrimonio

Solo el PP ha votado a favor de este punto en el orden del día

El quiosco está situado en el parque Pignatelli en la zona más próxima al paseo Sagasta.

El quiosco está situado en el parque Pignatelli en la zona más próxima al paseo Sagasta. / JOSEMA MOLINA

Iván Trigo

Iván Trigo

Zaragoza

La licencia para la construcción del quiosco-bar del parque Pignatelli, en la zona más cercana al paseo Ruiseñores, sigue adelante. El consejo de Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza ha declarado improcedente la necesidad de revisar de oficio la concesión de este permiso, una cuestión que había exigido ZeC dadas las "dudas" que les planteaba el cauce administrativo seguido en la tramitación de este expediente, que recae en una de las firmas que gestiona el empresario Juan Forcén.

Entre esas cuestiones que ZeC tachaba de "presuntas irregularidades" estaba la necesidad de contar con un informe favorable de Patrimonio, debido a que los parques y zonas verdes de la ciudad son áreas protegidas. Sin embargo, el informe municipal que se ha llevado este lunes al consejo de Gerencia exime a esta instalación de la obligatoriedad de contar con el aval de los técnicos de expertos en bienes catalogados. Eso sí, solo el PP ha votado a favor de este punto del orden del día. Vox se ha abstenido y PSOE y ZeC han votado en contra.

"Al no intervenirse en un edificio catalogado, al no constar que el quiosco preexistente lo estuviera, y dado que las condiciones estéticas vienen determinadas por un acto propio y anterior del Ayuntamiento de Zaragoza, la intervención de la Comisión Municipal de Patrimonio Artístico carece del contenido propio que habitualmente le corresponde", reza el informe. Sin embargo, desde ZeC, recordaban que fue el área de Parques y Jardines la que, en su momento, hizo patente que faltaba ese documento en la tramitación del expediente.

Este quiosco contará además con una zona de juegos infantiles, pero en un inicio la licencia de obras se pidió solo para construir la parte de restauración, lo que, según denunció también ZeC, incumplía los pliegos de la concesión, que marcaban que ambos permisos y los proyectos de las dos zonas se tenían que tramitar en paralelo y al mismo tiempo.

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