Así se completará la renaturalización del Huerva en Zaragoza: 24 millones de euros y tres nuevos parques

La segunda fase del proyecto saldrá a exposición pública y los trabajos empezarán a finales del próximo verano

Estado actual de las riberas del Huerva, que se renovarán por completo.

Estado actual de las riberas del Huerva, que se renovarán por completo. / Josema Molina

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

La renaturalización del río Huerva, uno de los proyectos estratégicos de la ciudad de Zaragoza, se completará a finales del próximo año. Lo hará con la segunda fase del proyecto, que saldrá en los próximos días a exposición pública para después licitarse y comenzar con las obras entre agosto y septiembre, con una inversión de 24 millones de euros y un plazo general de 15 meses, por lo que la idea es que las nuevas riberas se puedan estrenar a finales de 2026. Entre las novedades, destaca la creación de tres nuevos parques, toda vez que la primera fase de los trabajos, la menos estética, afronta ya su recta final y estará concluida antes del próximo verano.

En cualquier caso, dentro de 15 meses estarán operativas las nuevas riberas, aunque uno de los dos tramos que se renovarán se estrenará mucho antes. Concretamente, el trazado que va desde la calle Miguel Servet hasta la desembocadura en el Ebro deberá ejecutarse en ocho meses. La primera parte, entre el puente Blasco del Cacho (junto a los viveros Sopesens) y Gran Vía, donde se soterra el río, tardará más en completarse ya que se renovarán hasta seis calles del entorno, petición que habían trasladado las entidades vecinales de la zona.

Ambas obras, eso sí, se iniciarán de forma paralela. Por tanto, a mediados de 2026 ya debería estar renaturalizado ese segundo tramo. Este nuevo avance del proyecto ha sido presentado este martes por la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca; el consejero de Medio Ambiente de la DGA, Manuel Blasco; y por el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Carlos Arrazola, en un acto al que también han asistido los concejales que, en mayor o menor medida, tienen algo que decir en los trabajos: Víctor Serrano, por su parte urbanística, Tatiana Gaudes, en lo referido al medioambiente, y Paloma Espinosa, como presidenta de la junta de distrito.

Primer tramo

El primer tramo es el que arrastra un mayor volumen de inversión, que llega a los 16 millones de euros (IVA incluido). Entre los viveros Sopesens y el soterramiento del río se irán integrando las calles perimetrales, que serán transformadas. Es en esta parte donde se incluirán los tres parques. Uno, precisamente, encima de los antiguos viveros, para tapar así el tanque de tormentas que en estos momentos se está ejecutando. Algo más adelante irá la segunda infraestructura verde, en el parque Bruno Solano, actualmente bastante degradado y que se renovará. El último parque se ubicará junto al puente del Emperador Augusto.

Planos de la renovación del primer tramo, entre los viveros y Gran Vía.

Planos de la renovación del primer tramo, entre los viveros y Gran Vía. / AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

Mientras, se creará una nueva pasarela peatonal de 25 metros que conectará las calles Manuel Lasala y Viva España. En total, se reformarán 150.000 metros cuadrados en esta primera ruta, en la que también se controlarán las especies invasoras y se talarán los árboles muertos, para introducir nuevos tipos de vegetación autóctona. La accesibilidad se verá mejorada con escaleras y rampas para facilitar la entrada a las riberas y se renovarán todas las redes de saneamiento y abastecimiento de agua en varias calles adyacentes.

Segundo trazado

La segunda ruta, como ya se ha citado, completará el río desde Miguel Servet (calle cuyo entorno también se va a renovar con la reforma conjunta del Coso y de la plaza San Miguel) hasta la desembocadura. Esta parte está cifrada en ocho millones de euros y también vivirá una importante transformación, mejorando la accesibilidad, la seguridad y la estética, como en el resto del proyecto.

Segundo tramo del río, entre Miguel Servet y su desembocadura en el Ebro.

Segundo tramo del río, entre Miguel Servet y su desembocadura en el Ebro. / AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

Entre las novedades se incluye una nueva escalera para salvar el desnivel entre la margen derecha del río y Camino las Torres, a la altura de la gasolinera. De cara a la fauna, se construirán refugios de anfibios y un paso de fauna, y se incluirán hoteles de insectos, cajas nido y refugios de murciélagos.

Inversión global

El cambio de cara del Huerva, una vez presentada su segunda fase, alcanza una inversión global superior a los 32 millones de euros, ya que la primera está siendo ejecutada en estos momentos por el grupo aragonés MLN por 8,4 millones. La financiación se reparte entre el Gobierno de Aragón, que ha aportado 20 millones de euros en el marco de la comisión bilateral con el Ayuntamiento de Zaragoza; el propio consistorio, que aporta unos siete millones; y la Fundación Biodiversidad del Miteco, a través de dos convocatorias de fondos europeos en los que se han captado cinco millones.

La primera fase, iniciada en noviembre y con un plazo de ocho meses para su entrega, es la menos estética y avanza al ritmo esperado. En ellas, se está limpiando el cauce, eliminando escombros y estructuras antiguas y se han ampliado los accesos para dotar de mayor espacio a las futuras sendas peatonales. Además, se están tratando las especies invasoras, se está construyendo el citado tanque de tormentas, en los antiguos viveros Sopesens, y se está renovando el gran colector paralelo a Camino las Torres.

"Es una de las obras más estratégicas e importantes de la ciudad", ha afirmado Chueca este martes, quien ha animado a los vecinos a aportar su granito de arena para "enriquecer el proyecto" mientras esté en exposición pública. Tanto Blasco, por parte de la DGA, como Arrazola, por parte de la CHE, han agradecido la colaboración institucional para poder sacar adelante las obras y seguir avanzando hacia un modelo de ciudad "basado en la sostenibilidad".

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