El párroco de la Iglesia Ortodoxa Rumana en Zaragoza: "Cada semana acuden más de 400 fieles"

La comunidad rumana celebra estos días la pasión de Cristo en su parroquia, situada en la calle Florentino Ballestero

Iván Trigo

Iván Trigo

Zaragoza

La Semana Santa es tiempo de celebración y recogimiento para los cristianos, y no solo para los católicos. En España se profesan otras ramas del cristianismo que en Zaragoza también están presentes, como es el caso de la Iglesia Ortodoxa Rumana, que tiene en el barrio de Las Fuentes su parroquia. Este año, además, los calendarios juliano (el que siguen los ortodoxos) y el gregoriano (el católico) se han alineado, por la Pascua se va a celebrar el mismo día.

En la calle Florentino Ballesteros, a la altura del número 23, el párroco Aurel Noe es el guía espiritual de la comunidad rumana ortodoxa de Zaragoza. «Unos 400 fieles vienen cada semana», asegura. El templo, que antes era una nave industrial, se consagró en 2009 y «poco a poco» se ha ido adaptando a los ritos propios de esta rama del cristianismo. La abundancia de iconos e imágenes, todas en estilo bizantino, y la existencia del llamado iconostasio, una mampara de madera con tres puertas que separa el altar del resto de la iglesia, dan cuenta de las diferencias litúrgicas y de símbolos entre ambas confesiones.

«El altar es el lugar más sagrado del templo, por eso está separado. Los fieles no pueden acceder. Antiguamente se decía que era para que el sacerdote no se distrajera con los asistentes durante la Eucaristía, que para nosotros es un momento muy sagrado», explica Nae.

El párroco, Aurel Nae, en su templo.

El párroco, Aurel Nae, en su templo. / JOSEMA MOLINA

Durante la Semana Santa, las diferencias en cuanto a los ritos con los católicos no son grandes. «Celebramos igualmente la pasión, la crucifixión y la resurrección de Cristo. Cada día de la semana se hace un oficio solemne que va marcando los pasos que dio Jesús en Jerusalén desde el Domingo de Ramos hasta su muerte», cuenta el párroco. Y también hay procesiones: «Salimos con los estandartes y la cruz y damos una vuelta alrededor del templo», explica.

La iconografía y la forma de organización de la Iglesia son las principales diferencias entre el catolicismo y la comunión ortodoxa. Esta última se organiza por países.

Organización de la Iglesia Ortodoxa

«En cada país hay un patriarca. Nos organizamos a nivel local, por eso cuando una región se independiza de un país, la iglesia también se separa. El patriarca, no obstante, no tiene el mismo poder que el papa católico, es más como el portavoz del sínodo, que es la asamblea de todos los obispos de ese Estado. Las decisiones se toman de forma colegiada entre todos», explica Nae.

Por eso la iglesia ortodoxa rumana no es exactamente lo mismo que la rusa, que cuenta con un patriarca diferente. «Pero en cuanto al dogma y la liturgia estamos en comunión plena entre todas las iglesias ortodoxas», explica. Otra diferencia con el catolicismo es que los párrocos ortodoxos pueden casarse y tener una familia.

El iconostasio separa el altar del resto del templo.

El iconostasio separa el altar del resto del templo. / JOSEMA MOLINA

La parroquia en la que Aurel Nae presta sus servicios lleva abierta desde el año 2009, pero se fundó en 2003, convirtiéndose en la primera iglesia ortodoxa rumana que se fundó en Aragón. Durante los primeros años celebraban misa en la capilla de la Inmaculada Concepción mediante un acuerdo de colaboración con el Arzobispado de Zaragoza.

Cuando se mudaron a Florentino Ballesteros comenzaron a decorar su nuevo templo, aunque como estaban de alquiler, en vez de pintar las paredes, colgaron piezas de madera decoradas con sus iconos. «Así, si nos teníamos que ir nos lo podíamos llevar», explica. Pero en 2018 decidieron comprar el templo y en 2023 acometieron una reforma muy significativa ya que abrieron un agujero en el techo y construyeron una cúpula. «Ahora tenemos que pintarla con iconos según la tradición ortodoxa», explica el párroco.

Como en todas las iglesias ortodoxas, el altar mira hacia el este, "porque es por donde sale el Sol y Cristo es el amanecer espiritual de la humanidad". En la fachada contraria, hacia el oeste, también como manda la tradición, hay una imagen de la Asunción de la Virgen, creencia a la que además está dedicada este templo.

El párroco Nae enciende una vela.

El párroco Nae enciende una vela. / JOSEMA MOLINA

Antes de entrar a la iglesia como tal, hay un pequeño cuartito sin apenas luz con una chimenea bajo la que humean unas velas. «Aquí, antes de entrar a la parroquia, los feligreses pasan un ratico recordando a sus familiares, a los vivos y a los muertos. Encienden una vela por ellos», narra Nae.

En las paredes hay imágenes de santos, muchos de los cuales también venerados por los católicos. «Tenemos a San Jorge y también a San Vicente Mártir, un santo aragonés», señala el párroco. En el suelo, una alfombra con un águila bicéfala resume uno de los principales preceptos de los ortodoxos: «Representa el poder. Con una garra coge un cetro, símbolo del poder político, y en la otra una esfera que representa al mundo, símbolo del poder religioso. Son dos partes de una misma cosa», zanja Nae. 

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