El río que intentará vertebrar varios barrios de Zaragoza con la ayuda europea

La renaturalización del Huerva se aprovechará para renovar varias calles que le rodean

Calle Manuel Lasala, una de las que se renovarán.

Calle Manuel Lasala, una de las que se renovarán. / Carla Greenwood

A. Arilla

Zaragoza

Zaragoza afrontará durante los próximos meses la transformación de uno de sus entornos naturales más céntricos y, a la vez, más descuidados. Así lo entendían todas las instituciones, desde el ayuntamiento hasta el Gobierno de Aragón, pasando por los fondos europeos, que en su línea más sostenible apoyarán la renovación de las riberas del río Huerva a su paso por el casco urbano de la capital aragonesa. En total, serán más de 30 millones de euros los que se habrán invertido a finales de 2026, cuando esté previsto que las laderas del afluente presenten un aspecto totalmente mejorado.

En estos momentos, y desde el pasado otoño, las máquinas se han encargado de la parte menos visible, pero igual o más importante, el saneamiento de todo el entorno, condición sine qua non para llevar a cabo la compleja intervención en la que la ciudad se ha inmiscuido en las últimas fechas. Será después del verano cuando se actuará sobre los dos tramos a renovar.

El primero, entre el puente Blasco del Cacho y el soterramiento del río en Gran Vía, se hará en 15 meses y no solo se centrará en las riberas propiamente dichas, sino que aprovechará para cambiar las antiguas redes de saneamiento de buena parte de sus calles colindantes y, de paso, actualizará el aspecto de varias de estas vías para avanzar hacia una ciudad más sostenible, con mayor prioridad peatonal frente al tráfico rodado, en una zona ya de por sí muy congestionada. Además, añadirá nuevos parques y una pasarela peatonal.

El distrito Universidad será el más beneficiado en ese sentido. Calles como Manuel Lasala, Marina Española, Río Huerva, Martín Ruizanglada, Genoveva Torres o Catalina Salazar demandaban desde hace tiempo una intervención decidida, y la captación de fondos externos para el Huerva se presentó como la oportunidad ideal para ello. Cabe recordar que desde la DGA se aportarán 20 millones, como se acordó en la última bilateral, y desde Europa, a través de la fundación Biodiversidad y del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco), otros cinco. Pero este primer trazado no será el único que, de una u otra forma, vivirá una transformación en los próximos meses. Y es que en el entorno del segundo tramo sobre el que se va a actuar en el Huerva, desde la calle Miguel Servet hasta su desembocadura en el Ebro, también se van a desarrollar otro tipo de actuaciones que buscan mejorar el día a día de sus vecinos.

Por un lado, dentro del proyecto de renaturalización, se va a renovar el gran colector que da al Camino las Torres. Esta actuación se está llevando a cabo en estos momentos, en la primera fase de los trabajos. Y será durante la segunda, contemplada para ocho meses, con la que se le dará un nuevo aspecto a las sendas peatonales que rodean el río. Así pues, en el primer semestre de 2026 esta ruta ya debería estar disponible, si se cumplen los tiempos marcados.

Pero, de forma externa al proyecto del Huerva, en este segundo trazado hay un punto que los vecinos cuya rehabilitación llevan tiempo demandando los vecinos. Se trata del parque Bruil, para el cual se ha ideado un plan con 50 millones de euros de inversión en el que, de nuevo, Europa será clave para poder sacarlo adelante, ya que el consistorio aspira a captar hasta 20 nuevos millones. Cierto es que se trata de un proyecto totalmente independiente, pero una visión holística del río facilitará la vertebración de los entornos urbanos por los que este fluye en Zaragoza.

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