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El mapa del abandono en La Magdalena, Zaragoza: "Si se sigue así, el problema solo puede agravarse"

Los vecinos del barrio contabilizan en un exhaustivo informe más de una veintena de edificios vacíos o en mal estado y otros tantos solares

Solar abanonado en la calle San Agustín.

Solar abanonado en la calle San Agustín. / Laura Trives

Iván Trigo

Iván Trigo

Zaragoza

El Casco Histórico de Zaragoza es uno de los más grandes de España. Su singularidad y su tamaño le valen para ser considerado como un entorno catalogado como Bien de Interés Cultural. Pero más allá de los méritos que constan sobre el papel, no es oro todo lo que reluce. Es conocido por todos el estado en el que se encuentran muchas calles y edificios del entorno de Zamoray-Pignatelli y El Gancho, pero en el otro extremo del distrito, en el emblemático barrio de La Magdalena, también hay construcciones que piden auxilio. Según han contabilizado los propios vecinos, son 21 los edificios abandonados o en mal estado de conservación y 18 solares los que acumulan polvo a la espera de salir del olvido.

Para dar cuenta de esta situación, la Asociación Vecinal de La Madalena Calle y Libertad ha publicado un detallado informe que han elaborado los propios vecinos y que es fruto de un trabajo conjunto basado, sobre todo, en su propia visión. "Los datos han sido recogidos por miembros de la entidad, mediante la observación directa y siempre desde el exterior de los puntos señalados", explican en el documento.

Así, en el informe han incluido solares y edificios vacíos, pero también aquellos que "históricamente han permanecido abandonados pero que ahora, sin ningún tipo de obra y, en general, en condiciones muy precarias, parecen habitados". Un ejemplo podría ser el bloque del número 72 de la calle Mayor, en la plaza de La Magdalena, que ha sido declarado en ruina inminente pero en el que vivían hasta hace dos semanas una veintena de personas sin otra alternativa en la que pasar la noche.

El listado también incluye edificios que están en obras o que están siendo reformados de manera integral ya que, según justifican desde la asociación Calle y Libertad, "en el barrio la experiencia es un grado y ha demostrado que el inicio de unas obras no implica necesariamente su conclusión en un plazo razonable de tiempo". Ejemplo de ello es la construcción del edificio del Coso 101, un proyecto que ha estado paralizado mucho tiempo aunque ahora está cercano ya a su finalización.

Tres zonas y muchos puntos negros

Para realizar este trabajo, los vecinos han dividido el barrio en tres zonas, siendo Tenerías la que padece una mayor presencia de espacios abandonados, a pesar de ser la más pequeña de las tres. Esta zona está delimitada por las calles Coso, Echegaray y Caballero, Monreal, Asalto y Doctor Palomar. En este entorno, son 10 edificios los que la asociación ha detectado en mal estado o directamente abandonados, a los que hay que sumar nueve solares. En 2007, cuando se realizó por primera vez este informe, eran siete los edificios que constaban en el listado y 14 solares, si bien desde el año 2013, cuando se realizó por última vez, los espacios degradados eran menos: 14 frente a los 19 actuales. "Es la única zona en la que crece el número de puntos negros", alertan los vecinos.

No obstante, en esta zona, los vecinos incluyen el antiguo convento de San Agustín, sede del albergue de la ciudad y en obras. Unos trabajos que avanzan a buen ritmo y que deben terminar en los próximos meses. Hay otros edificios y solares que, sin embargo, lo tienen mucho más complicado para salir de su estado de abandono, como un bloque situado en la calle Barrioverde, que fue ocupado, incendiado, deshabitado y ahora tiene su acceso tapiado.

Edificio cerrado y abandonado en la calle Heroísmo.

Edificio cerrado y abandonado en la calle Heroísmo. / Laura Trives

También hay un edificio vacío en la calle Luzán, número 10. "Este bloque forma parte de una macrocomunidad de vecinos, con los número 6 y 8 de la calle Olleta. Este conjunto está catalogado de interés ambiental con protección sobre las fachadas y la caja de escaleras. Más del 40% es propiedad de una inmobiliaria. Sobre esta comunidad el ayuntamiento encargó unas obras de urgencia en septiembre de 2023 por amenaza de ruina", explican los vecinos.

En toda La Magdalena, muchos de los espacios abandonados son solares, alguno de los cuales formó parte en el pasado del programa 'Esto no es un solar', un proyecto que precisamente buscaba dignificar estos espacios públicos y darles un uso. El único en la zona de Tenerías que sigue estando disponible para el disfrute de los vecinos es el de la calle San Agustín 25. El resto están vallados o son intransitables.

Uno que recientemente se ha recuperado -hasta hace no mucho estaba vallado-, pero que no deja de ser un descampado de tierra es el conocido como solar del Conejo, que por no tener no tiene ya ni conejo. La pintura del animal que realizó el artista belga ROA en el año 2010 ha desaparecido porque el edificio que sirvió como lienzo fue demolido con urgencia después de un incendio.

El conocido como solar del Conejo está accesible pero es un páramo de tierra.

El conocido como solar del Conejo está accesible pero es un páramo de tierra. / Laura Trives

Los ejemplos son muchos y variados. En el entorno de Heroísmo, la Asociación Vecinal La Madalena contabilizan hasta seis edificios vacíos y diez solares (siendo la zona en la que más ha disminuido el número de emplazamientos abandonados); mientras que en los alrededores de la iglesia de La Magdalena son diez las edificaciones en una situación precaria y otros diez los solares. A este largo listado habría que sumar la gran cantidad de locales cerrados que existen en el barrio.

Hay que contar que muchos de estos edificios tienen algún grado de protección y/o están catalogados, como es el caso del número 72 de la calle Mayor, que incluye en su fachada sillares de la muralla romana y de la antigua puerta de Valencia. El mes pasado, tras la detección de una grieta, se declaró en estado de ruina inminente y tendrá que ser demolido, si bien se conservará la fachada.

"Han pasado doce años desde la penúltima actualización del informe sobre espacios abandonados y, desgraciadamente, no consideramos que haya habido mejoras relevantes respecto a este problema", lamentan desde la asociación. "Da la impresión de que el ayuntamiento obliga a obrar o multa a humildes comunidades de vecinos por una cornisa en mal estado mientras deja que se acumule basura o se arruinen edificios enteros en manos de grandes tenedores sin mover un dedo", zanja el documento, que cuenta con más de 20 páginas.

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