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Zaragoza asumirá de forma subsidiaria las deficiencias graves que detecte en Zamoray-Pignatelli

El ayuntamiento ha puesto en marcha este martes el plan especial de inspecciones en la zona

Los técnicos municipales, este martes en el número 1 de Cerezo, primer inmueble a inspeccionar.

Los técnicos municipales, este martes en el número 1 de Cerezo, primer inmueble a inspeccionar. / Laura Trives

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

La manzana que comprende los números 1 y 3 de la calle Cerezo ha sido la primera del entorno de Zamoray-Pignatelli, en el barrio zaragozano del Gancho, en recibir una visita de los técnicos de inspección urbanística del ayuntamiento, con motivo del plan especial de revisiones que ha arrancado este martes. Hasta el lugar se han desplazado varios funcionarios municipales, acompañados de la Policía Local, para llevar a cabo una inspección que detecte posibles deficiencias en el inmueble. Si las hubiese, el mantenimiento corre a cargo de la propiedad, pero el ayuntamiento asumiría de forma subsidiaria aquellas incidencias graves que los vecinos no pudiesen afrontar en ese momento.

En total, serán 277 los bloques que se revisarán, algunos de ellos con un reseñable valor patrimonial. Sin ir más lejos, el edificio de Cerezo con el que se ha dado el pistoletazo de salida al proyecto data del último tercio del siglo XIX y tiene el rango de protección ambiental. Con todo, no será hasta el mes de mayo cuando las visitas -unas 230, aproximadamente- tomen el vértigo necesario para estar concluidas en los siete meses deseados por el consistorio. Mientras, queda un proceso administrativo que consiste, básicamente, en la notificación a las diferentes comunidades de propietarios de las visitas que se van a realizar.

"Hemos empezado por las más sencillas de notificar, y ahora estaremos un par de semanas centrados en hablar con el resto. Sabemos que hay comunidades en las que será más fácil, pero que en las que el grado de okupación es alto será difícil", ha expresado el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, minutos antes de desarrollarse la primera visita. De cara a la okupación, Serrano ha matizado que desde el ayuntamiento tienen conocimiento, sobre todo, de los edificios con un elevado número de okupas, pero que la diagnosis previa se ha centrado "en el estado edificatorio".

Clasificación por gravedad

El personal que se encargará de desarrollar el plan de inspecciones será 100% municipal. Así, pese a que en un principio se tanteó la posibilidad de firmar un convenio con los colegios oficiales de arquitectos y aparejadores, finalmente serán los técnicos de Urbanismo los encargados de llevar a cabo el trabajo. En suma, cuatro aparejadores y dos arquitectos de la plantilla del consistorio serán los responsables de llevar a cabo unas dos visitas por semana, especialmente a partir de mayo. Así, si se cumplen los plazos previstos, en torno al mes de diciembre podrían estar radiografiados los 277 edificios.

Una vez completen los preceptivos informes, los técnicos calificarán las deficiencias, si las hubiese, como leves, importantes, graves o muy graves. En los dos últimos casos, los técnicos deberán comunicar la situación inmediatamente tanto al consistorio como a los propietarios del inmueble y las medidas necesarias. Una comunicación que, por cierto, no precisa del consentimiento de la propiedad. Y será en estos últimos casos en los que, si se ve comprometida la seguridad y los dueños no pueden hacer frente a la solución, el ayuntamiento asumirá el coste de forma subsidiaria.

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