Los colectivos de inmigrantes, contra Vox por querer priorizar a los españoles para las ayudas en Zaragoza: "No es ético utilizarnos para agitar el miedo y la xenofobia"

PP, PSOE y ZeC votan en contra de una moción que pretendía establecer criterios de nacionalidad para optar a subvenciones

Los concejales de Vox, este miércoles antes del pleno en Zaragoza.

Los concejales de Vox, este miércoles antes del pleno en Zaragoza. / Josema Molina

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

Vox ha fracasado en su intento de introducir criterios de nacionalidad para optar a ayudas en Zaragoza. Lo han hecho en una moción, calificada por "xenófoba" -entre otros muchos adjetivos- por parte de la izquierda, en la que la ultraderecha pretendía aprobar dos cuestiones. La primera, bonificar fiscalmente a las empresas que contratasen a madres de forma estable. Y la segunda, relacionada, que en esas ayudas primasen las que tuviesen la nacionalidad y, cuando no la tuviesen, que se primase los años cotizados.

Todo ello, por cierto, sin aportar datos (los últimos de la Fundación Basilio Paraíso reflejan que, en términos económicos, los migrantes aportan más de lo que reciben, con un superávit de 500 millones en 2023) ni hacer referencia a que en cualquier subvención priman los criterios técnicos, como le han recordado varias asociaciones de inmigrantes presentes en el pleno.

"No es ético utilizarnos para agitar el miedo y la xenofobia", ha dicho uno de ellos, Javier Eduardo Arce, de la Asociación Atarraya Centroamérica. "El acceso a cualquier ayuda depende de criterios objetivos, no es una barra libre. Esta moción es muy negativa", ha añadido. En esa misma línea se han mostrado el resto de migrantes, de distintos lugares y que llevan años afincados en Zaragoza. "Cada persona tiene una historia con sacrificio detrás. Esta es nuestra casa y hemos ayudado a levantar España", decía por su parte la ecuatoriana Olga Pineda.

De ese mismo país llegó hace ya 25 años José Alfredo Villalba, quien ha lamentado tener que aclarar que su objetivo cuando llegó era "mejorar". "No queremos ser más por ser extranjeros, queremos tener los mismos derechos. Venimos a trabajar, no a delinquir", ha subrayado, para después recordar que han dejado atrás "una familia y una tierra que queremos". "Si yo me agacho a coger una piedra del suelo, un español también lo hace. Hacemos lo mismo y claro que cometemos errores, como todos, porque somos humanos", ha sentenciado.

En el salón de plenos también había representantes de la comunidad dominicana, como Jenny Solís, quien ha calificado la moción de "injusta, discriminatoria y peligrosa" y ha señalado que "las ayudas no son privilegios". "Hablan (dirigiéndose a Vox) de fomentar la natalidad, como si las mujeres migrantes no fueran madres y trabajadoras", ha proseguido. La mexicana Marta Angélica Brito ha mostrado su "indignación" por la propuesta de la ultraderecha y ha incidido en no hablar de "los de aquí contra los de allá, porque hace unas décadas eran los de aquí los que se fueron". "En el Vive Latino sí somos multiculturales", ha concluido, sin olvidarse de las críticas a las "fake news que aseguran que los inmigrantes vivimos de ayudas".

Pero la oposición frontal a la iniciativa que Vox pretendía sacar adelante (aunque luego ha reconocido que la presentaba sabiendo que la iban a rechazar el resto de partidos) no ha venido solo desde los migrantes latinoamericanos. Lo ha hecho también desde África. Hermine Aka, costamarfileña que reside en la capital aragonesa, ha dejado claro que no es "justo" preguntar "de qué país viene" a la hora de pedir una ayuda. "Lo justo es saber si necesita esa ayuda", ha expresado. Mariama Soaure, original de Guinea Konakry, ha optado por usar el ejemplo del apagón: "Duele lo que propone Vox. El lunes, el apagón no eligió entre inmigrantes o españoles". "¿Qué culpa tenemos de nacer en un país en conflicto o sin oportunidades", ha reseñado.

Rechazo de la moción

Desde Vox, una vez concluidas todas las intervenciones, han querido suavizar sus intenciones y se han centrado especialmente en el primer punto de la moción, el de las ayudas fiscales a las empresas que "prioricen la contratación estable de madres". "Aquí de lo que se habla es de maternidad", ha matizado la ultraderechista Eva Torres, que tan solo unos segundos después han reconocido que los de Abascal creen que el criterio de nacionalidad propuesto también lo aplicarían en "otras ayudas".

Como era de esperar y como ya tenían claro todos, incluido Vox, antes del comienzo de la votación, ninguno de los puntos ha salido adelante. Lola Ranera (PSOE) ha insistido en que todos son "ilegales". En el primero, porque va contra los derechos fundamentales de las mujeres. "¿Y si no quiero ser madre? ¿Y las familias compuestas por dos hombres?", ha afirmado, tras afear a Chueca que no haya retirado la moción del pleno.

El PP tampoco ha apoyado ningún punto, ganándose el calificativo de "cobarde" desde la bancada de Vox. "Nos encontrarán defendiendo a la familia, pero no en esto. Va contra todo nuestro ordenamiento jurídico y contra los tratados internacionales que ha firmado España sobre derechos humanos", ha remachado al respecto Carlos Gimeno, quien ha aprovechado para lanzar un dardo al Gobierno central y pedir "disculpas" a los inmigrantes por sus "caóticas políticas".

Por último, Suso Domínguez (ZeC) ha ido más allá. "Esto no va de la moción, porque ni Vox piensa que la va a ganar. Su estrategia es que lo impensable empiece a verse como radical, luego aceptable, luego sensato y que acabe convirtiéndose en ley", ha argumentado, para después acusar al PP de "cómplices" por "gobernar junto a ellos" y "normalizar su discurso".

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