Las familias del colegio María Moliner denuncian "falta de transparencia" en el proceso de escolarización

El origen del malestar está en la adscripción de las escuelas de Infantil del Gobierno de Aragón a los centros públicos de Primaria

Un niño de camino al colegio, en una imagen de archivo.

Un niño de camino al colegio, en una imagen de archivo. / Carla Greenwood / Rubén Ruiz

Zaragoza

"Falta de transparencia, coherencia y fiabilidad". Así definen las familias del colegio María Moliner de Zaragoza, uno de los que tendrá que ir a sorteo al tener más solicitudes que oferta, el proceso de escolarización en Aragón, una situación que les está generando "una gran incertidumbre". Según indica Beatriz, una de las madres que se ha visto afectada por esta situación, el origen de su malestar está en la adscripción de escuelas de Infantil del Gobierno de Aragón a colegios públicos.

Beatriz explica que la comunidad cuenta con un sistema de adscripción preferente por el que se asignan plazas escolares de forma prioritaria a ciertos alumnos -niños con necesidades especiales, que viven en la zona del colegio o que tienen hermanos en el centro- para facilitar la conciliación a las familias. Así, indica que los padres pueden escoger centro antes que el resto del alumnado, algo que considera "injusto" pero que acepta porque "es adscripción preferente".

Sin embargo, según señala, en el proceso de escolarización de Aragón se incluye la adscripción de guarderías del Gobierno de Aragón, que son cuatro, a centros públicos de Educación Infantil. Y es precisamente esto lo que, dice esta madre, ha perjudicado a las familias aragonesas. Beatriz explica el caso de su centro: "La guardería que nos atañe a nosotros en Zaragoza está adscrita a dos colegios, el María Moliner y el San José de Calasanz. A las familias se les dio un plazo para solicitar esa adscripción preferente y según los datos que nos ha dado el colegio, solo 4 o 5 familias querían hacer uso de ella".

El problema llegó para Beatriz cuando, además de esas solicitudes preferentes, la DGA reservó también plazas en el colegio María Moliner a las demás familias. La consecuencia fue que cuando salieron las plazas para que las familias las solicitaran, el centro solo ofertaba nueve vacantes. "Realmente tiene 38 plazas, pero solo salieron estas porque el resto (29) estaban reservadas para los alumnos de la guardería", detalla.

La madre cuenta que el Gobierno de Aragón ofreció a las familias de la guardería a las que se les había reservado plaza en el María Moliner renunciar a ella si así lo querían durante el proceso de escolarización. "Unas 14 la rechazaron, por eso en la lista actualizada este miércoles el colegio tenía 23 vacantes en vez de 9", señala. Sin embargo, hay otras 15 plazas que continúan reservadas.

Beatriz sostiene que estas familias que tienen "reserva" tienen además asignada otra plaza en el centro que hayan puesto como primera opción. Es decir, tienen dos plazas: una en el María Moliner, asignada por la DGA, y otra en el colegio que han escogido como opción. "Esto genera ciudadanos de primera y de segunda. Hay gente que tiene dos sitios y otros que vamos a sorteo cuando el María Moliner era nuestra primera opción, con toda la incertidumbre que eso supone", afirma.

Así las cosas, han remitido un comunicado a Educación a la espera de una solución. Desde la consejería que dirige Tomasa Hernández sostienen que "no hay falta de transparencia" y que "la adscripción de escuelas infantiles está contemplada en el decreto de escolarización aprobado en abril del año pasado". En la misma línea, señalan que "había a disposición de las familias un teléfono y se abrieron oficinas presenciales de atención, cuyo plazo se prolongó al igual que de presentación de solicitudes por el apagón eléctrico".

Además, indican que las familias "no tienen obligación de matricularse allí" y que se les informó de que "esas plazas se liberarían cuando las familias renunciaran a reserva o entraran en listas de admitidos".

Pero, según opina Beatriz, se van a quedar "muchas plazas vacías en colegios públicos a favor de los concertados". "Hay nueve familias del María Moliner que nos vamos a quedar fuera a expensas de otros colegios", subraya, y añade: "El tema no es que el centro vaya a sorteo, que eso les pasa a más colegios y lo asumimos. El tema es el motivo por el que se va concurso". Denuncia, junto a otras madres, que se ha generado un clima de "ansiedad, desconcierto y desconfianza".

Tracking Pixel Contents