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Cuatro derribos y varios sustos: el listado de los edificios de viviendas afectados en Zaragoza en el último año

La última incidencia se produjo este miércoles en la calle Arias, en Delicias

Calle Cerezo, en el barrio zaragozano del Gancho, donde se decretó la demolición del número 39 en octubre.

Calle Cerezo, en el barrio zaragozano del Gancho, donde se decretó la demolición del número 39 en octubre. / Jaime Galindo

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Zaragoza

El último año ha dejado un listado importante de afecciones en varios edificios de Zaragoza, sobre todo en su parte más antigua. Las causas responden a multitud de factores, por lo general sin relación entre sí, pero lo cierto es que, desde mayo de 2024, los técnicos municipales han decretado cuatro ruinas inminentes (que, en la práctica, suponen el desalojo y el derribo del inmueble) y ha sumado varios desalojos por problemas, en principio, subsanables, pero que igualmente generan afecciones a los vecinos.

El caso más reciente se ha producido en la calle Arias, en el número 19. Allí, este pasado miércoles, se desprendió el suelo de un patio interior, que cayó sobre un local en el que, afortunadamente, no había nadie. No hubo que lamentar heridos, pero tanto este bloque como el colindante, el 17, fueron desalojados. En total, 18 personas han sido reubicadas. Un suceso que ocurrió tan solo unas horas después del desalojo de otro bloque, en el 6 de la calle Zamoray, aunque en este caso por un incendio en los trasteros que no dañó la estructura. Con todo, el edificio acabó desalojado y, al estar okupado, se tapió para que no volviesen a entrar.

Se trata de dos situaciones que no han conllevado la demolición, como sí ha sucedido en otros cuatro inmuebles en los últimos 12 meses. El primero, tras un incendio en el Coso, 184, el 26 de mayo de 2024. La estructura quedó muy afectada y el edificio ya ha sido demolido. Unos meses después, en octubre, se decretó el desalojo de 22 vecinos de la calle Cerezo, 39, en un bloque en el que también se determinó su derribo. En este caso concreto, la propiedad se ha hecho cargo de la situación y deberá presentar los proyectos correspondientes al ayuntamiento.

Tan solo unos días después, en el vecino número 42 de esa misma calle, hubo otro susto al desprenderse un trozo del suelo, pero no hubo que lamentar daños y no fue necesario desalojar. Algo que sí pasó a las pocas semanas en otra de las calles del entorno, en el problemático 76 de Pignatelli, okupado desde hacía tiempo y donde se determinó su cierre por ruina inminente. En estos momentos, el inmueble está estabilizado -aunque deberá ser derruido- y Zaragoza Vivienda, sociedad municipal propietaria del edificio, trabaja en un proyecto para impulsar viviendas asequibles.

Pero la ruina más reciente ha llegado en la plaza La Magdalena, en el 72 de la calle Mayor. Los daños estructurales provocaron el desalojo de otro edificio, el 147 del Coso, donde se desalojó durante 15 días a 21 personas, ocho de ellas menores, que ya han vuelto a sus hogares. El edificio que da a la plaza, por su parte, ha sido declarado en ruina inminente y también se ha derrumbado de forma parcial.

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